La escena es un auténtico golpe mediático: en una habitación resguardada, fajos de billetes de 500 pesos se acumulan para formar varias torres de 88.5 millones de pesos mientras se anuncia el supuesto desvío de fondos por parte de la administración del exgobernador de Tabasco Andrés Granier. A partir de ahí comienza el linchamiento mediático; viene la expulsión de Granier del PRI y la detención de su exsecretario de finanzas, José Manuel Saiz Pineda, inculpado de peculado.

No es la primera vez que los escándalos de corrupción invaden los medios al inicio de una nueva administración (sobre todo cuando hay un contexto de alternancia) y, sin embargo, desde el año 2000 sólo el exgobernador de Chiapas Pablo Salazar Mendiguchía y el exgobernador de Baja California Sur, Narciso Agúndez pisaron la cárcel para después ser exonerados de los cargos principales. Ambos casos, que tenían un fuerte tufo a vendetta política, terminaron cuando vino el cambio de gobierno sin que hubiera reparación del daño. De ahí un sinfín de colaboradores de gobernadores han pasado por inculpaciones y tribunales sin que haya más responsables. La fórmula entonces es repetida: en la búsqueda por recuperar la legitimidad de gobiernos abusivos e ineficaces a través del castigo ejemplar se establece una agenda de capturas espectaculares, pesca de “peces gordos”, para ganar en los medios la legitimidad que los gobiernos no ganan con sus acciones. Y los daños no son reparados, los responsables no son enjuiciados ni tampoco se toman las medidas necesarias para que al término de la siguiente administración no vuelva a repetirse el desfalco. El caso Granier es sólo uno más en la lista de la impunidad.

Andrés Rafael Granier Melo, mejor conocido como “el químico” por haber estudiado esa carrera, fue conocido durante su administración por los casos de nepotismo y abuso de poder. En la poca prensa independiente que hay en la entidad, se reportaron a lo largo de su sexenio varios excesos como por ejemplo el desvío de recursos del Fondo Nacional de Desastres Naturales (FONDEN) canalizado a Tabasco por las inundaciones, el quebranto patrimonial del Seguro Popular reportado por la ASF en los ejercicios 2009 y 2010 o el fraude por venta de fármacos a beneficiarios del Seguro Popular. En el diario “Tabasco Hoy” se criticaba constantemente el que el hijo del Gobernador usara el avión oficial para “pasear” a sus amigos o el que el vástago gestionara apoyos sin ocupar ningún cargo oficial en la administración pública. Las consecuencias de esta administración están documentadas.

En los diversos índices y mediciones que hacen organizaciones independientes, el desempeño de Tabasco deja mucho que desear: en el Índice Nacional de Corrupción y Buen Gobierno, ejercicio realizado por  Transparencia Mexicana (http://www.tm.org.mx/indice-nacional-de-corrupcion-y-buen-gobierno-primera-serie-historica-de-corrupcion-en-mexico/ ), Tabasco cayó varios lugares al ser una de las entidades que detectó mayores actos de corrupción. En 2010, poco antes de concluir la administración Granier, ocupó el lugar 27 de los 32 que se contemplan en el estudio. En el índice de Competitividad estatal realizado por el IMCO, Tabasco no detectó una mejora global manteniéndose en el lugar 25 siendo un estado prácticamente subsidiado por la federación ya que el 95.3% de sus ingresos provienen de aportaciones federales.

El caso Granier pone al descubierto la necesidad de atajar el problema de la corrupción de otra manera. Pero mientras tanto, ojalá y los verdaderos responsables rindan cuentas, asuman las consecuencias y reparen el daño infringido a los tabasqueños.

 

Condolencias:

La Red por la Rendición de Cuentas externa su más sentido pésame y manifiesta su solidaridad al Mtro. Oscar Guerra Ford, Comisionado Presidente del INFODF por el sensible fallecimiento de su señora madre Rosa María Ford Barreda que en paz descanse.