La campaña anticorrupción puesta en marcha por Xi Jinping desde que llegó a la secretaría general del Partido Comunista Chino (PCCh) en noviembre de 2012 y a la presidencia del país en marzo del año siguiente solo admite un denunciante: el propio partido. Tres activistas chinos que impulsaron una iniciativa para que los funcionarios del Gobierno revelen su patrimonio han sido condenados a penas de tres años y seis años y medio de cárcel este jueves, según han informado sus abogados. Los tres disidentes se encuentran entre la más de una docena de detenidos en los últimos meses por su activismo contra la corrupción.
Liu Ping -mujer- y Wei Zhongping han sido sentenciados a seis años y medio y Li Sihua, a tres años por un tribunal de la provincia sureña de Jiangxi. La decisión envía un claro aviso a otros posibles denunciantes: en China, no hay lugar para las iniciativas civiles en la lucha anticorrupción…
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