Es abundante el conocimiento social y la relevancia política del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred). La robusta reacción pública para disputar los argumentos expresados por el presidente Andrés Manuel López Obrador son evidencia al respecto.
Organizaciones sociales de naturaleza muy distinta se expresaron sin ambigüedad para defender la pertinencia de la institución, lo mismo que voces diversas de la academia y los medios de comunicación.
No encuentro defensa a favor de una institución del Estado mexicano, amenazada con desaparecer, que haya merecido tanto apoyo en un lapso tan corto.
Entre esos apoyos cabe destacar el que Conapred recibió por parte de la Organización de las Naciones Unidas.
Se equivocó el presidente al decir que nadie conocía a este Consejo y también cuando creyó que un abucheo propinado durante la conferencia matutina de Palacio Nacional desaparecería un esfuerzo continuado durante veinte años.
Inere el presidente que Conapred no ha servido de nada y sin embargo hay pruebas abundantes de su legado. Sirvan unos cuantos ejemplos para ofrecerle perspectiva a la injusta evaluación presidencial.
Durante los últimos 10 años Conapred fue el principal aliado de las trabajadoras del hogar para dignicar y formalizar su ocio. En cada paso de esta larga batalla hubo participación del Consejo para combatir las prácticas discriminatorias que afectan a más de 2 millones 300 mil mujeres en nuestro país.

Otro expediente que ha merecido un acompañamiento tenaz del Conapred es el del matrimonio igualitario. Este Consejo acompañó también los litigios en la Corte que han modificado las normas discriminatorias de nuestro país basadas en la orientación o la preferencia sexual.

Desde su fundación Conapred también ha sido instancia de consulta obligada para las secretarías del Trabajo, Relaciones Exteriores, Gobernación, Hacienda, Salud y Educación cuando se trata de diseñar políticas dedicadas a promover la igualdad.
Hoy hay un texto que educa a millones de niñas y niños respecto al valor de la no discriminación. Se trata de Kipatla, un libro diseñado por el Conapred y que la SEP distribuye masivamente todos los años.
A lo largo de veinte años este Consejo ha dado curso a un número muy grande de quejas logrando en la mayoría de las ocasiones un arbitraje inhibidor de la reproducción de las conductas discriminatorias.

Arma el presidente que sería mejor opción que este Consejo desapareciera para convertirse en una dirección general de la Secretaría de Gobernación. Vale responder puntualmente que Conapred no es un órgano de Estado como el INE o el Banco de México. Se trata de una instancia que ya está sectorizada en la Secretaría de Gobernación, pero que, a diferencia de una dirección general, cuenta con autonomía de gestión y de gobierno. Esta autonomía tiene

incluidos sus jefes, cuando se cometen actos discriminatorios
Si el Consejo fuese reducido a una dirección general no podría sancionar hechos discriminatorios de sus superiores, ni podría evitarse que cada queja y cada resolución fuesen sometidas a la jerarquía burocrática y política del gobierno en turno.
Hay quien ha propuesto que, supuestamente para ahorrar, Conapred sea absorbido por la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Esta propuesta no toma en consideración que la CNDH no arbitra conictos entre particulares y sin embargo la inmensa mayoría de actos discriminatorios ocurren entre las personas de la sociedad. Esta es la razón por la cual este Consejo nació fuera de la órbita de la CNDH.
Por último, dice el presidente que es un organismo caro y dispuesto para la corrupción. Ambas apreciaciones son falsas. Se trata de una de las instancias de gobierno más baratas, en comparación con cualquier otra de su tipo. Porque en realidad para ningún gobierno había sido prioritaria la lucha contra la discriminación, es una instancia que desde su nacimiento aprendió a hacer mucho con muy poco.
No hay tampoco memoria de que la Auditoría Superior o la secretaría de la Función Pública hayan señalado un solo acto de corrupción.

Por: Ricardo Raphael

Fuente: El Universal