Los efectos de la desarticulación institucional en materia hacendaria y, en sentido amplio, de una política pública de rendición de cuentas en el país saltan a la vista cada día. Así se pueden ver escándalos sobre la gestión de las finanzas públicas, tales como el endeudamiento excesivo de los gobiernos de los estados y municipios, obra pública de baja calidad, compras a sobreprecio y servicios públicos insuficientes e ineficientes, baja recaudación fiscal, además de las frecuentes noticias sobre corrupción y opacidad en la administración de los recursos públicos –federales y locales.

Los recursos públicos son el núcleo duro de la rendición de cuentas de los Estados democráticos y la corrupción se encuentra estrechamente ligada a la forma en que los recursos públicos son gestionados y utilizados, así como el desvío de dichos recursos por parte de gobernantes y servidores públicos.

La imposibilidad de evaluar y fiscalizar adecuadamente los recursos federales transferidos a estados y municipios (gasto federalizado) ha sido evidenciada a través de las controversias constitucionales originadas por los conflictos entre los poderes públicos de la federación y de los estados con motivo de esa revisión del uso y destino de tales recursos.

Por lo anterior, es indispensable considerar el ciclo completo y hablar de rendición de cuentas hacendaria, para evitar así, la fragmentación conceptual de la rendición de cuentas en materia de recursos públicos.

¿Qué nos falta?

Aunque existen principios en nuestra Carta Magna que indican que los recursos públicos han de administrarse con eficiencia, eficacia, economía, transparencia y honradez para satisfacer los objetivos a los que están destinados; en realidad:

  • No se informa oportuna, homogénea e integralmente sobre el estatus de los recursos públicos (ingresos, activos, pasivos, patrimonio, etc.) ni sobre su uso, distribución y resultados del gasto público; la armonización de la contabilidad gubernamental es un proceso aún inconcluso.
  • No hay explicaciones accesibles que incluyan las justificaciones de los actos y decisiones económico-financieras de la totalidad de actores involucrados (titulares de entidades hacendarias, responsables de la entrega, distribución, gestión, ejercicio y control interno de los recursos, legisladores y el propio poder judicial que resuelve los conflictos y controversias).
  • No hay una incidencia verificable ya que los informes de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y evaluaciones del Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Social (CONEVAL) no son insumos obligados para la toma de decisiones presupuestarias ni existen sanciones efectivas para los servidores públicos ineficientes o corruptos.

Es decir que los principios de eficiencia, eficacia, economía, transparencia y honradez no se han materializado en los verbos rectores propuestos por la Red por la Rendición de Cuentas (RRC): informar, explicar, justificar e incidir.

En la RRC, estamos conscientes de que las propuestas formuladas se basan en reformas de iure que pueden encontrar diversos obstáculos de facto, pero tenemos la convicción de que si no afrontamos con seriedad el problema de la fragmentación de la rendición de cuentas, ésta no podrá considerarse como tal, y, en materia de hacienda pública y sus recursos, si no se inicia con las reformas normativas del federalismo fiscal y la legislación presupuestaria, el impacto negativo es mayúsculo en el bienestar individual y colectivo.

Diagnósticos de la RRC

La Red por la Rendición de Cuentas (RRC) ha establecido la necesidad de que existan actores de la misma (el que las rinde, el que las exige y el ciudadano como sujeto principal) y cuentas (información) vinculados por cuatro verbos rectores de sus relaciones: informar, explicar, justificar e incidir. Además, la RRC ha fundado su diagnóstico en la fragmentación actual de la rendición de cuentas en México en seis de sus expresiones evidentes: conceptual, institucional, de sistemas de gestión, normativa, social y política.
Así, como parte de su búsqueda por generar una política integral de rendición de cuentas, la RRC promueve 18 propuestas que sintetizan la ruta para la elaboración de una política pública de rendición de cuentas para México. Estas propuestas han sido materializadas en una serie de cuadernillos, en los que se incluye el diagnóstico del rubro y la propuesta particular. Toca el turno a la rendición de cuentas en materia hacendaria, presentado por la Dra. Aimée Figueroa, investigadora de la Universidad de Guadalajara y miembro de la RRC.

En el cuaderno “Rendición de Cuentas Hacendaria en México”, la Dra. Figueroa establece las coordenadas para la discusión: los claroscuros de las haciendas mexicanas, entre los que se encuentra el vacío en el dictamen del poder legislativo sobre las cuentas públicas; la ausencia del Senado de la República, las actuaciones discrecionales de la Sistema de Administración Tributaria (SAT) o las facultades exclusivas del poder ejecutivo como condonaciones tributarias y estímulos fiscales.

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La presentación de este cuaderno tendrá lugar en el CUCEA de la Universidad de Guadalajara el próximo lunes 17 de junio a las 12 horas.