A raíz de una serie de acusaciones y señalamientos realizados durante la toma de protesta de Gerardo Laveaga como Comisionado Presidente del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI), diversos análisis han insistido en darle diferentes salidas a la crisis que atraviesa el órgano garante. Es de notar que la mayoría de estos coinciden en que la renovación de la Presidencia del IFAI, es un injusto epílogo a la gestión de Jacqueline Peschard, quien se ha caracterizado por defender y promover en todos los foros el derecho de acceso a la información así como en contribuir en el debate por la rendición de cuentas.
En diez años de existencia, el IFAI no solo ha logrado la profesionalización de varios de sus cuadros sino que al día de hoy suma 866 mil 324 solicitudes de acceso a la información además de que el crecimiento de solicitudes por parte de la ciudadanía se ha ido incrementando. El derecho de acceso a la información ha sido una herramienta utilizada cada vez más por organizaciones de la sociedad civil para potenciar el acceso a otros derechos como el derecho a la vivienda, a la salud, a la educación, a la seguridad y al desarrollo.
El debate entonces no se centra en la articulación de la institución con la sociedad sino en las repercusiones de la disputa encarnada por los Comisionados y en la forma en la que esta falta de armonía ha repercutido en el resultado de las votaciones en el pleno y en el acceso mismo a la información. Mientras todos los análisis convergen en que las diferencias de opinión en un órgano colegiado son saludables en un régimen democrático, también se hace hincapié en el daño que puede causar el que estas diferencias consistan no solo en opiniones divergentes sino en acciones francamente contrarias al derecho de acceso a la información. En este sentido se señala la necesidad de darle seguimiento- y esclarecer cuanto antes – la grave acusación hecha a la Comisionada Sigrid Artz con respecto a las supuestas solicitudes de información realizadas por ella misma antes de pronunciarse al respecto en el pleno.
Ante esto y en el contexto de la reforma que se discute en el Congreso, se ha planteado la posibilidad de la renovación de los Comisionados. Aunque el PRD propone que la totalidad de los Comisionados puedan volver a competir por su cargo, el PRI discute la posibilidad de una renovación completa lo cual abre el camino a las cuotas partidistas y a la falta de independencia de quienes deciden sobre el acceso a la información en un órgano que está a punto de obtener la autonomía constitucional.
En los debates de la RRC se ha señalado que la renovación o integración de nuevos Comisionados debe de contar con mecanismos de selección de los mejores perfiles con probadas trayectorias y capacidades técnicas que den certeza a las resoluciones del órgano encargado de la transparencia. Se ha dicho que se deben de evitar mecanismos de selección –como el que existe ahora en el IFAI para designar al Comisionado presidente- que favorezcan las cuotas personales y además se ha dicho que en un sistema de rendición de cuentas, se deben tener mecanismos de evaluación y de seguimiento que garanticen el buen funcionamiento de las instituciones. Sin duda, es buen momento para corregir el rumbo, reflexionar y tomar acciones antes de que la reforma quede aprobada en el Congreso.