Durante la primer sesión de discusión del IV Foro de la Democracia Latinoamericana organizado por el Instituto Federal Electoral (IFE) en el Colegio de México, Manuel Alcántara, académico español señaló que la democracia en la mayoría de los estados está en crisis, la falta de soberanía y confianza de la sociedad ante las autoridades se ha venido carcomiendo por las pocas acciones que los gobernantes tienen para combatir malas prácticas como la corrupción y falta de transparencia.
Al mismo tiempo señaló que esta falta de rendición de cuentas propicia efectos que representan una gran fractura en el sistema democrático.
Por su parte, Carlos Navarrete, Secretario del Trabajo del Distrito Federal indicó que el proceso degenerativo de la democracia en América Latina se ve reflejado en la insatisfacción de los procesos electorales.
Agregó que desafortunadamente la brecha de la desigualdad se va incrementando entre las distintas clases sociales, ahora los electores no dan un completo respaldo a los actores políticos porque las acciones estructurales en temas como educación, salud, seguridad, empleo, etcétera; no se han tomado en serio, pues la clase política se ve enfocada en beneficios personales o partidistas.
“En la ciudad de México, donde desde hace más de 16 años ha gobernado un gobierno de izquierda, de los 8 millones 600 mil habitantes, el 52 por ciento de la población sobrevive con máximo 3 salarios mínimos, alrededor de 6 mil pesos mensuales, y sólo el 10 por ciento tiene ingresos de más de 10 salarios mínimos.
“Aunque las brechas sociales aún son muy grandes, en el Distrito Federal, a diferencia de otras entidades, tratamos de disminuir esa desigualdad, al implementar programas sociales que ayudan a la ciudadanía, ese es el objetivo de una democracia señaló.
José Thompson, director ejecutivo del Instituto Interamericano de Derechos Humanos aseguró que América Latina es la región con mayor desigualdad, eso es reflejo de una mala democracia. Los ciudadanos han aceptado esto como una forma de vida, prácticas como la corrupción u opacidad como males necesarios.
Sin embargo, señaló, la misma sociedad se ha comenzado a organizar y exige cada día más transparencia a los representantes. Al mismo tiempo el reclamo por el respeto a los derechos humanos, se va convirtiendo en un tema central de los habitantes.
Finalmente Raúl Ávila, consultor de IDEA Internacional en México, indicó que el problema de la democracia en América Latina está ligado a los problemas financieros, pues este rubro controla muchos aspectos gubernamentales que son elementales para el desarrollo de los Estados.
“Las clases políticas tienen que sentarse a dialogar para llegar a acuerdos, pues los sistemas electorales y democráticos se fortalecen con el diálogo, el debate y el reconocimiento a la pluralidad.”