Para especialistas en administración pública y presupuesto, las recientes medidas de austeridad dispuestas por el Poder Legislativo no son suficientes, pues el país necesita consolidar verdaderas capacidades de rendición de cuentas para mejorar el gasto público y conocer el destino de los recursos que van a las entidades.
La semana pasada, el Senado aprobó medidas para generar más austeridad en los gastos de la administración pública. Cambios legales para que el gobierno asuma el control del pago de la nómina de los maestros y la obligación de que estados y municipios generen mayor transparencia de su gasto.
Sin embargo, para Guillermo Cejudo, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), estos esfuerzos son insuficientes, porque cada reforma atiende a una dificultad en específico, pero no enfrenta el problema mayor.
“Como creemos que nuestras auditorías y los Congresos estatales, no hacen bien su trabajo para revisar cómo gastan las secretarías de Educación el dinero de la nómina magisterial, entonces lo sacamos de ahí.
“Como suponemos que no hay claridad en la forma en que se compran las medicinas, lo que hacemos es crear un procedimiento centralizado de compras”, explica.
Mauricio Merino, investigador del División de Administración Pública del CIDE, coincide que hay un buen andamiaje normativo como la Ley de Armonización Contable, que entrará en vigor en 2014, pero de ahí a que esto reduzca los gastos hay una gran diferencia.
“Son dos cosas diferentes. Me parece absurdo tratar de disminuir el gasto, nosotros desearíamos que el gobierno gaste mucho más, pero que gaste mejor. El problema es que gasta mucho y lo hace mal”.
Advierte que los programas de austeridad que han impulsado desde el sexenio del presidente Felipe Calderón, son medidas positivas, porque evitan que el gasto en sueldos, nuevas plazas, viáticos, comidas, etcétera, se reduzcan.
“Pero insisto, el asunto es que en una sociedad tan desigual como la nuestra, el gobierno tiene que gastar mucho más, pero mejor”.
Liliana Ruiz, experta en temas de presupuestos y políticas públicas de Fundar, agregó ahora que la ley establece sanciones para los estados y municipios que no cumplan con las nuevas normas de contabilidad, pero el problema es que éstas deben ser públicas para no caer en la impunidad.
En el caso del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2014, dijo que hay aspectos interesantes como el condicionamiento de recursos a que se cumpla las leyes de Responsabilidad Hacendaria y de Contabilidad Gubernamental.
Ahorros en el sexenio pasado
En 2006, al inicio de su administración, el presidente Felipe Calderón determinó una reducción de 10% de su salario y el de todos los mandos superiores y sus colaboradores.
En 2010, Calderón lanzó un Programa Nacional de Reducción de Gasto Público para el trienio 2010-2012, cuya meta era ahorrar más de 40 mil millones de pesos. Pero al final de su mandato —de acuerdo con un reporte de la Auditoría Superior de la Federación elaborado con información de la SHCP— se economizaron 46 mil 909 millones de pesos, 17% por arriba de la meta establecida.
El plan buscaba imponer líneas de austeridad y racionalización del gasto operativo, así como la compactación de estructuras administrativas y destinar los recursos a programas sociales y de infraestructura.
En diciembre de 2012, el presidente Enrique Peña Nieto lanzó también un programa de austeridad para recortar plazas y reducir 5% el salario de los mandos superiores del gobierno de la República durante 2013, pero se espera que la cifra se dé a conocer a fines de este mes.
Para 2014, como parte del paquete fiscal, los candados de austeridad y disciplina presupuestaria aprobados por el Senado disponen que haya ahorros de 5% en la partida de sueldos a mandos medios y superiores; también que no se proceda a la compra de vehículos, salvo los que resulten indispensables.
Se deberá racionalizar el gasto en telefonía, combustible, viáticos y arrendamientos a lo necesario. Sin embargo, legisladores de oposición se quejan de que en el Proyecto de Presupuesto de Egresos 2014, Hacienda quitó los candados sobre austeridad y transparencia porque eliminó un apartado que, desde 2005, prohibía aumentos salariales a funcionarios públicos de alto rango.