En la madrugada del jueves, se dio a conocer una noticia que no fue sorpresa para muchos: la no ratificación de los cuatro comisionados del IFAI que habían manifestado por escrito sus razones para seguir en el cargo. Apenas tres días antes, los Comisionados habían sido llamados a comparecer al Senado -por segunda vez durante su gestión- y tras casi tres horas de preguntas amplias y diversas, muchas de las cuales fueron formuladas por el Colectivo por la Transparencia y México Infórmate, hubo pocos elementos nuevos para la evaluación. http://rendiciondecuentas.org.mx/comparecen-comisionados-del-ifai-ante-senadores/.
Se sabía que la llegada de Gerardo Laveaga a la presidencia del IFAI había sido fuertemente cuestionada, se sabía de varias votaciones divididas algunas de las cuales habían cerrado información sensible para la ciudadanía y se sabía –como consta en las versiones estenográficas, que las sesiones del Pleno se desarrollaban en un ambiente ríspido y que las resoluciones contaban con importantes diferencias de criterios sobre el derecho de acceso a la información. Al final, el Presidente del Senado dio a conocer que por falta de acuerdos, los Comisionados no serían ratificados (http://rendiciondecuentas.org.mx/wp-content/uploads/2014/02/DICTAMEN.pdf).
A partir de entonces se abrió el procedimiento para la integración del órgano garante federal que gracias a la reforma constitucional en materia de transparencia y acceso a la información, adquiere nuevas atribuciones y amplía sus facultades. Ante los nuevos retos, es necesario contar con un procedimiento transparente que brinde certeza y fortaleza al órgano que garantizará el derecho de acceso a la información en el país.
Es menester, por ello, definir el procedimiento mediante el cual se hará una “amplia consulta a la sociedad” para la selección de los mejores perfiles. También sería recomendable contar con criterios de evaluación objetivos y verificables que sirvan para acreditar las trayectorias, conocimiento y experiencia de los candidatos. Sería deseable que los Senadores, que han mostrado una capacidad ejemplar de interlocución y consenso en el proceso de reforma, rindan cuentas sobre su decisión al explicar las razones de sus designaciones. Para ello, es necesario que se garantice la objetividad, autonomía, e independencia de los candidatos a Comisionados frente a los partidos políticos ya que cualquier nexo que ponga en duda su imparcialidad puede poner en jaque a la reforma que con tanto esmero se ha consensado. Es necesario que los candidatos cuenten con una trayectoria verificable en materia de transparencia, acceso a la información y rendición de cuentas, que garanticen la máxima publicidad de sus resoluciones, que de preferencia cuenten con experiencia en cuerpos colegiados y que el resultado tome en cuenta la equidad de género y el equilibrio regional.
Hacer públicos los criterios de evaluación puede contribuir a dar certeza y legitimidad al proceso y también puede ayudar a mostrar que en la conquista del derecho de acceso a la información pública, algo hemos aprendido.