La liberación del exvicepresidente de la República Jorge Glas, sentenciado a ocho años de prisión por las tramas de corrupción de la empresa Odebrecht y el caso ‘Sobornos’, ha indignado a los ecuatorianos, que consideran es el resultado de un acuerdo político entre el Gobierno de Guillermo Lasso y el expresidente Rafael Correa, quien reside en Bélgica y es prófugo de la justicia, pues tiene una sentencia en firme, por corrupción.

Lasso ganó las elecciones, en 2021, con una intensa campaña contra Andrés Arauz, candidato del correísmo, y con la promesa de combatir la corrupción y la impunidad, después de una década de Gobierno de Rafael Correa, durante la cual hubo actos de corrupción de altas cifras que involucran a ministros y altos cargos de esa Administración, algunos de los cuales están presos o prófugos.

Con minoría en la Asamblea Nacional (Congreso), antes de tomar posesión el 24 de mayo pasado, Lasso ya intentó un acuerdo político con el expresidente Correa y Jaime Nebot, exalcalde de Guayaquil, líder del Partido Social Cristiano (PSC) y su aliado de la campaña, pero la fuerza de la opinión que cuestionó el ‘pacto de la impunidad’, le llevó a romper con los dos dirigentes. Se consideró que Nebot buscaba ayudar al mandatario prófugo.

Guillermo Lasso, de centro derecha, concretó, entonces, un acuerdo con el izquierdista Pachakutik, brazo político de la Conaie (Confederación Nacional de Indígenas del Ecuador) al que entregó la dirección y puestos claves en la Asamblea Nacional, lo que le dio oxígeno los primeros meses de Gobierno, pero luego perdió la mayoría. Es cuando las sospechas de un acercamiento con su antiguo rival empiezan a mencionarse.

Pacto Lasso-Correa

En efecto, en varias votaciones importantes, como en el caso de la Ley de aumento de Impuestos, el bloque correísta de UNES, se abstuvo para que entrara en vigencia por el Ministerio de la ley. Se habló, entonces, del pacto Lasso-Correa, lo que fue ratificado en otra votación trascendental para amnistiar a dirigentes sociales, pero también a personas acusadas de delitos comunes, vinculadas al exmandatario; esta vez, el bloque parlamentario del oficialismo votó junto al grupo de Correa.

Inadmitido por las partes, el acuerdo ha llevado a que la mañana de este domingo, Jorge Glas saliera de la cárcel de Latacunga, en la provincia de Cotopaxi, después de que el juez Javier Moscoso, de una jurisdicción distinta, y que tiene una petición de investigación en su contra, aceptara un recurso de habeas corpus, planteado por el abogado de Glas, Diego Loaiza, quien arguyó que existe un riesgo contra su integridad física y psicológica, después de los motines ocurridos en la cárcel donde Glas permaneció en prisión durante 1.645 días.

Glas, quien fuera vicepresidente de Correa y también de Lenín Moreno, tiene tres sentencias en su contra, dos de ellas ejecutadas por los delitos de asociación ilícita y cohecho, y un proceso por peculado cuya apelación sigue pendiente de ser resuelta. Penalistas consultados consideran que no procedía la excarcelación.

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