El Presidente Enrique Peña Nieto promulgó este viernes la esperada reforma constitucional en materia de transparencia. Esta reforma sienta las bases para la creación de un sistema nacional de transparencia ya que no solamente fortalece el órgano federal de acceso a la información sino que le da nuevas atribuciones. Los ciudadanos podrán ahora no solo acceder a la información del Poder Ejecutivo sino también del Poder Legislativo y Judicial (salvo asuntos jurisdiccionales de la SCJN para lo cual habrá un comité formado por 3 ministros). De igual forma, los partidos políticos, los sindicatos, los fideicomisos públicos y todo aquél ente que reciba dinero público será puesto bajo el escrutinio público. El órgano garante federal podrá revisar las resoluciones de los órganos estatales cuando el caso lo amerite. También existe la posibilidad de que la ciudadanía pueda acompañar las labores del nuevo órgano a través de un Consejo Consultivo integrado por 10 miembros.

La reforma no solo obedece a las exigencias de especialistas y de organizaciones de la sociedad civil sino que también es producto de un proceso de consulta y diálogo entre integrantes de la Red por la Rendición de Cuentas y Senadores comprometidos con el tema.

Aún así, para que la reforma pueda traducirse en el ejercicio práctico del derecho de acceso a la información, se requieren tres leyes generales que puedan resolver la complejidad técnica de las nuevas atribuciones. Estas son: la General de Acceso a la Información, la General de Archivos y la de Datos Personales. ¿Qué sigue? Se puede decir que en la siguiente etapa se define “la letra chica del contrato”. Bajo la misma ruta de la reforma, la Red ha iniciado un proceso de consulta sobre el contenido e impacto de una Ley General de Transparencia que pueda ir de la mano de una Ley General de Archivos. La evidencia empírica muestra que no existe una cultura archivística en México y que el tema de los archivos ha estado desvinculado de los avance en transparencia y acceso a la información (a pesar de que los archivos son la base de este acceso). El éxito de la reforma constitucional depende de la capacidad de generar un frente común y de contar con una ley de máximos y no de mínimos. Si las ambiciones personales no empañan el proceso, las leyes generales pueden transitar por la misma ruta de la reforma constitucional.

También falta resolver el tema de los integrantes del nuevo órgano federal de transparencia. En una primera etapa habrá de justificarse públicamente, si los actuales comisionados se quedan o no en su encargo para cumplir con las nuevas exigencias. En una segunda etapa, se incorporarán los nuevos comisionados ya que están vacantes 3 de los 7 lugares. Se espera que en el nuevo órgano queden incorporados los mejores perfiles, aquéllos que garanticen un cuerpo colegiado capaz de generar consensos y de tomar las mejores decisiones en beneficio de la sociedad; que gocen de autonomía política y que cuenten con una probada trayectoria en materia de acceso a la información. Sólo así se podrá  aplaudir la nueva reforma.

 Corolario: El día de hoy  a las 17:00 horas se presenta el Cuaderno “La ASF dentro del proceso de la rendición de cuentas y la fiscalización superior: retos y perspectivas”, que es el número 6 de los Cuadernos de la Red. Este escrito expone la relevancia de vincular el proceso de fiscalización a la programación y ejercicio presupuestarios a través de la modificación del calendario presupuestal y de la revisión de las funciones del Congreso frente a la cuenta pública.