El día de hoy inicia un periodo de sesiones ordinarias más en el Congreso de la Unión y con ello el recordatorio de una de sus funciones vitales: la de designar a quienes asumen altas responsabilidades públicas. Sí, nos referimos a los procesos por medio de los cuales la Cámara de Diputados o el Senado de la República –y en bastantes ocasiones con la participación del Ejecutivo Federal– definen a la o las personas que estarán al frente de alguna institución pública ajena a la órbita del gobierno federal, y que, por lo general, realizan de manera sumamente cuestionada o fuera de los plazos legales establecidos para ello.
Pongamos en contexto cuál es el universo de las designaciones a resolver para lo que resta de este 2022 por parte del Senado de la República y el Ejecutivo Federal, principalmente. De las 21 designaciones calendarizadas para este año, 1 hay nada menos que 17 procesos rezagados, de los cuales, diez casos no se han concluido y excedieron la fecha de término del periodo de quienes estaban en esas posiciones públicas y siete que tuvieron que haberse efectuado, pero no se ha iniciado ninguna fase del proceso.
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