La falta de independencia fiscal es uno de los factores que mejor explican la debilidad financiera de las entidades federativas. En promedio, por sí mismos sólo obtienen el 10.6% de sus ingresos totales, que incluyen las transferencias de recursos que les hace la Federación. Desde México Evalúa acabamos de publicar un estudio que es un llamado a recuperar la capacidad recaudatoria de los estados, a través de un impuesto con gran potencial: la tenencia. Calculamos que si su cobro se generalizara y consolidara con racionalidad y bajo principios de justicia fiscal, se podrían ‘lograr’ 79 mil millones de pesos adicionales, que aliviarían las finanzas de los estados.
En el estudio revisamos el ‘estatus’ de la tenencia en cada uno de los estados. Y algo llamó poderosamente nuestra atención en Ciudad de México.
Es innegable que muchos automovilistas prefieren emplacar sus autos en el Estado de México o Morelos para evitar el pago de la tenencia en CDMX. No obstante, la culpa por la menor recaudación de este impuesto también recae en las autoridades capitalinas, las cuales han reducido sus esfuerzos por cobrar por los autos que ahí tienen registrados. La CDMX debe dejar los pretextos a un lado y ponerse a trabajar. Aquí explicamos por qué.