La secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, se dijo dispuesta a someterse a cualquier escrutinio del manejo de los más de 40 mil millones de pesos que la dependencia maneja para echar andar la Cruzada Nacional contra el Hambre, tanto de la Función Pública, la Auditoría Superior de la Federación o en cualquier organismo autorizado para vigilar el manejo de los recursos públicos.

En entrevista con Carlos Marín, en El asalto a la razón, de MILENIO Televisión, la funcionaria federal aclaró que la Cruzada Nacional contra el Hambre tiene un presupuesto global de alrededor de 200 mil millones de pesos que manejan 19 dependencias federales a través de los 90 programas que tienen como finalidad erradicar el hambre y mejorar la calidad de vida de siete millones de mexicanos que viven en extrema pobreza.

“Es una estrategia transversal que cruza a todas las secretarías del gobierno federal, 19 dependencias federales y 90 programas de la Federación, y a nosotros nos toca encabezar el proceso”, aclaró.

Explicó que a partir de la instrucción que diera el presidente Enrique Peña Nieto al recién nombrado secretario de la Función Pública, Virgilio Andrade Martínez, de reforzar los procesos de control, fiscalización y auditoría, la Sedesol está dispuesta a dar cuentas de los 40 mil millones de pesos y de los 200 mil millones que maneja la estrategia integral contra el hambre, que cumplió el pasado 21 de enero dos años de operación.

“No hay nada que ocultar”, dijo, dado que desde hace dos años se ha constituido un padrón con nombre y apellido de los beneficiarios, que hasta ahora son cuatro millones, de los siete millones de mexicanos en pobreza extrema alimentaria, objetos de la cruzada.

“Nosotros ya teníamos el padrón de Sedesol publicado en la página, pero no teníamos el padrón de la Cruzada Nacional contra el Hambre. A partir de hoy, en esta lógica de trasparencia que planteó el presidente Peña Nieto, están publicados con nombre y apellido las cuatro millones de personas. Y de cada una de éstas hay una cédula que los califica para ser beneficiarios de la Cruzada Nacional contra el Hambre”.

Señaló que en dos años no se ha registrado una sola denuncia por uso discrecional o manejo arbitrario de los recursos o de la forma en la que opera la Cruzada Nacional contra el Hambre, debido a que trabajan coordinadamente con 63 mil 782 comités comunitarios, que operan en 895 municipios, y en los cuales participan de manera activa los individuos que se convierten en derechohabientes sociales.

“El trabajo realizado con los comités comunitarios han contribuido, además, en la creación de comedores en los que alrededor de 66 mil 576 personas participan voluntariamente en la preparación de alimentos para atender con dos raciones diarias de alimentación a 398 mil 322 derechohabientes”, señaló.

Los mayores fiscalizadores, aseveró, son los mismos beneficiados que vigilan el destino y el uso de los recursos, y no permiten manejos discrecionales.

Se dejó, aclaró, de otorgar despensas que en absoluto garantizaban una adecuada alimentación. Ahora son estos los voluntarios que, con base en recetas equilibradas, producen los alimentos para su propia gente.

El proyecto ha funcionado de manera adecuada en Guerrero y en Michoacán, donde se han identificado zonas de conflicto y en los que el Ejército mexicano ha podido ingresar a pesar del escepticismo —al principio— de los pobladores para capacitar a las cocineras con base en las cantidades que se requieren para alimentar a 120 o 150 personas, y también a los menores basándose en niveles equilibrados de nutrición .

Robles aseguró a Marín que el trabajo realizado para erradicar el hambre, otorgando herramientas a las personas para que también realicen trabajos productivos dentro de comunidades en las que había solo desierto, ha contribuido a sacar del hambre a cuatro millones de personas a las que hasta ahora han llegado…

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