El 30 de agosto pasado, se publicó en el Diario Oficial de la Federación uno de los tres ejes transversales del Plan Nacional de Desarrollo que tiene que ver con rendición de cuentas y que se titula “Programa para un Gobierno Cercano y Moderno 2013-2018” (http://bit.ly/1eB2Nsd).
El programa, que cuenta con un diagnóstico preciso, tiene como objetivo fundamental que la administración pública esté orientada a resultados, que sea eficiente y tenga mecanismos de evaluación que mejoren su desempeño, que optimice el uso de los recursos públicos, que simplifique la normatividad y trámites gubernamentales, que rinda cuentas de manera clara y oportuna a la ciudadanía y que utilice las nuevas tecnologías de información y de comunicación. Aunque en este programa transversal las demandas ciudadanas debieran estar al centro de las políticas públicas, la forma en la que está estructurado no responde a las problemáticas enunciadas en el diagnóstico en el que supuestamente se sustenta.
De esta manera, se desprenden cinco objetivos, 28 estrategias y 207 líneas de acción, además de un paquete de indicadores para la evaluación y monitoreo del programa cuya lógica y metas son inexplicables. Los objetivos enunciados son: i) impulsar un gobierno abierto que fomente la rendición de cuentas de la Administración Pública Federal, ii) fortalecer el presupuesto basado en resultados de la APF, incluyendo el gasto federalizado, iii) optimizar el uso de los recursos en la APF, iv) mejorar la gestión pública gubernamental en la APF y v) establecer una estrategia digital nacional que acelere la inserción de México en la sociedad de la información y del conocimiento. (Ver opinión de Mauricio Merino http://noticieros.televisa.com/foro-tv-el-mananero/1309/opinion-mauricio-merino2/).
Preocupa que en esta hoja de ruta poco se diga sobre un sistema de responsabilidades, que se elimine el concepto de servicio profesional de carrera, que no se hable de un sistema nacional de archivos sino de un Sistema Institucional de Archivos —cuya articulación con el sistema nacional de acceso a la información no se menciona— que se omitan los mecanismos mediante los cuales se podrá detectar y corregir, de ser necesario, el uso del gasto público y que mediante las estrategias enunciadas en materia de participación ciudadana parezcan reproducirse las fórmulas y mecanismos que el mismo diagnóstico critica: contralorías ciudadanas decorativas, ventanillas de atención catárticas, buzón de quejas, fomento a la denuncia y pocas consecuencias sobre las acciones, omisiones y abusos de los funcionarios de la administración pública.
Sin duda, abrir información a la ciudadanía y fomentar el uso de las nuevas tecnologías de la información, puede dotar de herramientas útiles a la ciudadanía pero la ruta propuesta todavía no incluye todos los elementos indispensables para una política pública de rendición de cuentas.
Corolario: Ante la posibilidad de volver a frenar la reforma constitucional en materia de transparencia, la semana pasada, el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) realizó un exhorto a la Cámara de Senadores para que la aprueben en los términos del dictamen de la Cámara de diputados. A pesar de esto, Enrique Burgos, Presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales del Senado presentará una precisión al dictamen sobre lo que debe considerarse como seguridad nacional en torno a las resoluciones del IFAI. Ojalá y estas precisiones no terminen por dar al traste con los avances anunciados en la esperada reforma.