Es evidente. Históricamente las resistencias a la democratización del país han sido de las fuerzas que desde el oficialismo, en el Priato y después de él, ven amenazados los privilegios que les da el poder.

No debe extrañarnos por tanto que ahora las fracciones parlamentarias del PRI y el seudopartido Verde promuevan, de acuerdo con lo que desde el PRD principalmente se ha denunciado, ajustes a una propuesta de ley general de transparencia y acceso a la información pública, elaborada con la colaboración de organizaciones de la sociedad civil y la opinión de especialistas de la academia, francamente regresivas.

Mejor no se pudo haber definido en el programa de televisión por internet que conduce Darío Ramírez en el canal denominado “Rompeviento”: es una “traición del Senado”.

Una traición es conforme al diccionario de la RAE una falta a la lealtad y la confianza y efectivamente eso es lo que hacen no sólo los senadores sino los políticos de profesión ahora y casi como regla desde hace mucho tiempo.

Es así porque para el momento en que estas líneas lleguen a ser leídas el Senado llevará una semana incumpliendo con el plazo que el mismo se dio para generar las leyes secundarias correspondientes a la reforma en materia de transparencia, protección de datos personales y archivos. Algunos adelantamos que esto iba a suceder y lo hicimos no por ser adivinos sino porque nuestro pesimismo se nutre de la experiencia simplemente.

Sin embargo la actitud de Senadores como Arely Gómez y Pablo Escudero llega casi al cinismo. En conferencia de prensa han dicho que “Siempre quedó claro que los legisladores somos quienes tenemos la función de legislar (sic), pero en aras de un parlamento abierto y en un proceso innovador, trabajamos con las organizaciones de la sociedad civil, para escuchar sus comentarios e incorporarlos en la legislación, y de esta manera estar cerca de la sociedad.”

No tienen la mínima decencia o por lo menos autocrítica para antes que nada disculparse por no cumplir con el plazo. Al contrario se excusan torpemente: “Dictamen no existe hasta la fecha, entonces la discusión aún no la hemos terminado. Ayer tuvimos reunión, no pudo asistir el senador Encinas… Hemos estado reuniéndonos día a día, tratando de solventar algunos temas…”

Perdón por la osadía pero estos personajes creen que somos tan tontos como para no entender sencillamente que ellos mismos se dieron un plazo y con la mano en la cintura no lo cumplen, violando la Constitución que protestaron cumplir. En esa lógica es que tenemos derecho a demandárselos. Traicionan la Constitución y ni se inmutan.

Traicionan la representación legal que ostentan que es nada más y nada menos que el pacto federal. Quizá porque ambos fueron electos por la fórmula de la representación proporcional no tienen a conciencia en la mente que en esa asamblea están representados las entidades federativas centralmente.

Traicionan a las organizaciones de la sociedad civil que acudieron con todo el espíritu de colaboración honorífica al cambiarles el texto final metiendo cosas totalmente contrarias a lo que consensaron en las discusiones. “Chamaquean” a los especialistas que ocuparon su tiempo y conocimiento para sentarse a redactar una ley. Traicionan a los académicos a los que les piden su opinión posteriormente, los cuales igual destinan un espacio de su labor, para revisar y opinar.

Y con lo que salen es con que estaba claro que los “legisladores legislan”.

Pocos o casi nadie lo dice o se atreve a decirlo. Es Peña Nieto y los intereses políticos y económicos que representa, a través de las mencionadas fracciones parlamentarias, los que buscan dar marcha atrás en materia de transparencia y acceso a la información pública ya no digamos de lo logrado en la festinada reforma constitucional del año pasado sino incluso en toda la década pasada. Se habla de ochenta modificaciones a lo consensado en doscientas horas de trabajo que en conjunto son una franca actitud pro opacidad.

De verdad uno no entiende cómo puede soportarse a un senador que se nota inmediatamente que está mintiendo cuando dice que “es falso, es falso que el Partido Verde y el PRI estén intentando hacer un retroceso en la grandes reformas…” Hay que decirle que nadie quiere que la ley “pasara de fast track al pleno y que se votara”. ¡Tuvieron un año completo para hacerla! Nuevamente disculpen, no le falto respeto a nadie, pero no le podemos comprar esa rabieta a Escudero de que “No cuenten con nosotros para eso”.

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