Para el ciclo escolar 2018-2019, se espera que los estudiantes —desde preescolar hasta bachillerato— comiencen con nuevos planes de estudio y libros de texto, así como con otro tipo de herramientas que les permitan enfrentar los retos del siglo XXI. Eso es lo que plantea el Modelo Educativo para la Educación Obligatoria presentado, aunque aún hay detalles que no están definidos y que podrían retrasar toda la implementación.
Expertos explican que estos huecos se encuentran en los cinco ejes del también llamado Nuevo Modelo Educativo, y van desde aspectos como cuánto dinero se va a necesitar hasta cómo garantizar que la estrategia va a trascender de este sexenio y será operativa para administraciones próximas. Estos son los puntos que piden considerar.
1. Instrumentos para un giro de 180 grados
Imagina que, de un año escolar a otro, ya no vas a memorizar fechas, lugares y nombres, sino que vas a investigar y descubrir por ti mismo. Pues para lograr este cambio, que forma parte del primer eje del modelo —el planteamiento curricular—, se tienen que modificar los planes de estudio y todos los libros de texto.
Los especialistas advierten que esta transformación es ambiciosa y difícil de cumplir porque, tan sólo este año, el presupuesto para la elaboración de libros de texto tuvo un recorte de 35%.
A esto se suma que, para lograr que los niños y jóvenes tengan las habilidades digitales con las que se supone deben contar al terminar la educación obligatoria, se necesita que todas las escuelas dispongan de computadoras y conectividad, lo que al paso que va México podría tardar décadas, de acuerdo con los expertos.
La Secretaría de Educación Pública (SEP), a través de su Estrategia Digital en Educación, @prende 2.0, está desarrollando su programa piloto para otorgar equipos en 3,000 escuelas del país, de los más de 226,000 planteles que hay.
“Si el ritmo de equipamiento es de 3,000 escuelas al año, tomaría décadas y décadas poder tener computadoras en todas la escuelas. Esa no es la solución y no va a la par de las expectativas que se tienen del modelo educativo”, aseguró Alexandra Zapata, investigadora del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
2. Docentes preparados
Cumplir con las expectativas también requiere tener maestros capacitados para enfrentar los retos que implica cambiar la forma de enseñanza.
El segundo eje del modelo —formación y desarrollo profesional docente— señala precisamente esto, pero, a decir de los expertos, lograrlo no sólo implica que los profesores tomen cursos de unas horas o que les entreguen nuevos planes de estudio. También obliga a que estén capacitados en habilidades digitales, en nuevos diseños o en ejemplos internacionales, y que tengan los recursos para aplicarlos.
“Hay que detonar una serie de pasos, incluyendo la transformación de los docentes; no es cosa de una capacitación solamente, un docente que lleva 20 años enseñando de una manera no puede automáticamente cambiar drásticamente de un extremo a otro”, consideró Miguel Székely, director del Centro de Estudios Educativos y Sociales de México, en una entrevista con CNN.
En materia de evaluación docente, la reforma educativa de 2013 planteaba examinar al 100% de los maestros en México al término del sexenio, pero con los ajustes y cambios al calendario la meta cambió a 50%, es decir, alrededor de 600,000 docentes. El modelo prevé que se capacite a 500,000 profesores en un año, aunque esto difícilmente ocurrirá si pasa algo similar a lo que sucedió con la reforma educativa.
3. Poner el piso parejo
El eje cuatro del modelo se refiere a equidad e inclusión. Al respecto, los expertos advierten que, ante la diversidad de los 32 estados mexicanos, es posible que no sea fácil implementar la estrategia al mismo tiempo en todos, pues hay entidades que tienen un avance mayor que otras o que, por su ubicación, tienen más a la mano el respaldo federal.
Incluso, si esto no se detalla a las escuelas y a las autoridades, podría crecer la brecha de desigualdad, consideró David Calderón, director general de la organización Mexicanos Primero.
“Las capacidades de los estados son muy diversificadas, tú vas a tener estados como Sonora o Puebla, que ya tienen un sistema muy vigoroso de asistencia a la escuela, que sí están preparados para esto (…) y tienes otros estados, no sólo los del sur que están todos desarticulados, como Oaxaca, Chiapas y Guerrero, sino casos como Veracruz, que no tiene personal suficiente y que no está organizado adecuadamente”, explicó en entrevista.
Para el experto, ahí la SEP tiene el reto de empujar la aplicación pareja del modelo, aunque los estados también deben ser corresponsables.
“A la Federación le toca poner el plan y en muchos sentidos conseguir los recursos, y a los estados les toca la implementación, y la verdad se ha creado una gran dependencia de los estados para esto”, dijo…
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