Fuente: El Economista
Más que crear una ley de conflicto de intereses, lo que México requiere es modificar por completo su sistema jurídico de responsabilidades administrativas, el cual hasta ahora ha sido débil, confuso y poco eficaz, aseveró Mauricio Merino.

El coordinador de la Red por la Rendición de Cuentas (RCC) planteó que muestra de la poca eficacia de este sistema es el bajo número de servidores públicos que han sido encarcelados por estar involucrados en problemas de corrupción desde que la Auditoría Superior de la Federación existe, o el número escaso de querellas que han prosperado en el ámbito penal. En ese sentido, dijo que la mayoría de los servidores públicos deshonestos han sido castigados sólo por faltas administrativas.

“Todo esto es la secuela de un sistema de responsabilidades débil, muy confuso, muy fácil de atacar”.

En ese sentido, el también investigador del CIDE enfatizó que es necesario modificar el sistema jurídico de responsabilidades administrativas.

“Hay que cambiar todo el sistema de responsabilidades. Creo que es una mala idea que sólo se hagan leyes para reaccionar a la nota del día, por ello no me parece necesario que haya ahora una ley de conflicto de intereses, lo que hay que cambiar es todo el sistema de responsabilidades y en todo caso crear una ley general en materia de corrupción, pero con visión de largo aliento”, consideró.

A la par, puntualizó, se necesita de un Sistema Nacional Anticorrupción completo y eficaz que permita combatir la corrupción que propicia pérdidas anuales de 9% del Producto Interno Bruto para el país.

“Todo esto es la secuela de un sistema de responsabilidades débil, muy confuso, muy fácil de atacar”
Mauricio Merino Huerta”.

De acuerdo con el académico, México atraviesa por una grave crisis de desconfianza y una salida institucional a ésta sería la creación de un sistema anticorrupción.

  Añadió que si bien han sido varios los actores políticos que han manifestado la intención de que a la brevedad se apruebe una ley anticorrupción, que actualmente se discute en la Cámara de Diputados, sólo será con hechos y no con discursos que se combatirá realmente ese problema.

“Los hechos no se combaten sólo con discursos. Hay que tomar acciones, y cuando éstas no repercuten en reglas del juego, en instituciones estables, pues el problema sigue reproduciéndose”, mencionó.

Merino Huerta llamó la atención con respecto al discurso del presidente Enrique Peña Nieto el pasado 3 de febrero, cuando durante el nombramiento de Virgilio Andrade como secretario de la Función Pública, aseguró: “Hago votos, como ya lo he dicho anteriormente, por que en este Segundo Periodo de Sesiones Ordinarias, que acaba de iniciar, las y los legisladores federales aprueben el Sistema Nacional Anticorrupción”, pues dijo, no entiende cómo el titular del Poder Ejecutivo federal hace votos en un tema tan importante.

“Que el Presidente haya prácticamente cerrado su discurso haciendo votos porque se apruebe un sistema nacional anticorrupción, sin decir una sola palabra sobre su contenido o sobre el significado de hacer votos. Yo entiendo que el que tiene que destrabar el asunto es él mismo, entonces es una frase que me costó trabajo entender, pues uno hace votos para sí mismo”.

El coordinador de la RCC agregó que el Sistema Nacional Anticorrupción no resolverá la polémica en la que se vio involucrado el presidente Enrique Peña Nieto con la compra de la casa blanca por parte de su esposa Angélica Rivera, pues dijo que en caso de concretarse este sistema permitirá modificar la forma en que la administración pública ha venido funcionando en México, pero para ello tomará mucho tiempo construirlo y consolidarlo.

“Los hechos no se combaten sólo con discursos. Hay que tomar acciones”.

Planteó que, guardando las proporciones, este sistema se compara al cambio que se hizo en su momento con la transición de la democracia. Dijo que cuando se defendieron las instituciones que finalmente habrían de dar paso a la pluralidad política se sabía de sobra que llevaría mucho tiempo y paciencia modificar las leyes electorales del régimen.

“Construir un sistema anticorrupción no va a resolver el escándalo del día, pero sí se puede evitar que estos escándalos se sigan produciendo a futuro”, expuso.

Sólo fue un discurso político y no solución de fondo

El pasado martes 3 de febrero, el presidente Enrique Peña Nieto anunció ocho acciones ejecutivas para prevenir la corrupción y conflictos de interés. Al respecto, Mauricio Merino aseguró que hay aspectos positivos que deben reconocerse, como que se emitan reglas de integridad para el ejercicio de la Función Pública Federal; que amplíen y profundicen los actuales códigos de ética; que a partir de mayo de este año, mes en que por ley todos los servidores públicos entregan la declaración patrimonial, será en consecuencia obligación de los servidores públicos federales presentar una declaración de posibles conflictos de interés.

Sin embargo, mencionó que al ser el fenómeno de la corrupción más grande que las medidas anunciadas, todo se queda sólo en discurso político.

“La gravedad que tiene el fenómeno de la corrupción en prácticamente todos los ámbitos de nuestra vida pública es mucho mayor que las medidas anunciadas por el señor Presidente, y eso las debilita y las convierte en un discurso político, no en una solución de fondo, un discurso para salir del paso pero no para resolver el problema con la hondura que se requiere”.

El investigador del CIDE expuso que pedir a la Secretaría de la Función Pública que investigue y resuelva si hubo o no conflicto de interés en las obras públicas o contratos otorgados por dependencias Federales a las empresas que celebraron compra-ventas de inmuebles con su esposa, con el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y con el presidente, no conducirá a nada porque el sistema de responsabilidades en México no permite ningún tipo de sanción sobre ese episodio.

Los focos del tema

¿Debe crearse una ley de conflicto de interés?

Hay que modificar el sistema de responsabilidades que hay en México por completo.

Nuestro sistema de responsabilidades es muy débil, muy confuso y es por lo tanto muy poco eficaz; como prueba están las estadísticas disponibles. Son muy pocos los funcionarios que han ido a dar a la cárcel por problemas de corrupción desde que la Auditoría Superior de la Federación existe.

¿Qué le parecieron las medidas anunciadas por el presidente Peña Nieto para combatir la corrupción?

Los hechos no se combaten con discursos, hay que tomar acciones, y cuando éstas no repercuten en reglas del juego, en instituciones estables, pues el problema sigue reproduciéndose. Es preocupante que el Presidente haya prácticamente cerrado su discurso haciendo votos por que se apruebe un Sistema Nacional Anticorrupción.