Llegó el 1er. Debate de los candidatos a la Presidencia de la República, en el que se buscó abordar tres grandes temáticas que aquejan al México: seguridad y violencia, corrupción e impunidad y democracia y grupos vulnerables. Las intervenciones de los candidatos hicieron referencia a muchos lugares comunes, que se han venido escuchando en las diferentes intervenciones en sus actos de campaña.

En general, hubo pocas propuestas, muchas descalificaciones (algo que era previsible), ocurrencias sin fundamento y, aunque trató de flexibilizarse el formato y se logró un poco más de interacción entre los contendientes, los tiempos fueron reducidos. Hizo falta que los candidatos profundizaran en los temas programados para este día.

Uno de los temas en el que hubo consenso entre todos fue la urgencia de contar con una Fiscalía independiente. Con sus matices en la forma de la elección, todos los candidatos estuvieron de acuerdo en la urgencia de contar con un Fiscal que responda al interés público. Además coincidieron en la necesidad de acabar con la corrupción. Sin embargo, hubo pocas propuestas al respecto, se retomaron casos emblemáticos de corrupción y, en este punto, es donde más descalificaciones se dieron.

El debate se realizó, pero no logró todavía que los candidatos a la Presidencia desarrollen propuestas concretas para solucionar los grandes problemas que se están viviendo en el país. Promesas muchas, propuestas pocas. El momento crítico que se está viviendo, exige un nivel de compromiso mayor a las propuestas que ofrecen. No hubo claridad en el cómo se va a lograr transformar la realidad de los ciudadanos y disminuir las brechas sociales que distancian a los diferentes sectores de la sociedad. Esperemos que los próximos debates logren plasmar mejores soluciones y menos discursos.

Liliana Veloz Márquez

Directora Ejecutiva

Red por la Rendición de Cuentas