Francisco Javier Acuña
Desde finales de 2012 inició la aventura parlamentaria de unas cuantas iniciativas —entre esas, la de la transparencia o del IFAI (así conocida de modo coloquial)— hubo aplausos y regocijo, así como expectativas de modernización consensuada; se dijo que esas nuevas reglas formarían la base de un pacto para legislar en amplio consenso.
Pero tras la aprobación de la reforma de las telecomunicaciones y la constitucional educativa, se vinieron las movilizaciones de la CNTE y se han postergado algunas de sus extensiones legislativas, en lo general, el clima del Congreso de la Unión ha entrado en un atorón. Si bien, se aprecia una intensa actividad parlamentaria, nomás no fluyen las soluciones terminadas, se van dejando inconclusas las que se presumía que eran las más “avanzadas” porque se han impuesto las que verdaderamente se consideran como estratégicas: la energética y la financiera o fiscal, y como piedra de toque a éstas, vino a ponerse como condición ineludible una tercera: la reforma política (de contenido electoral).
La energética es la más perturbadora, sus componentes ideológicamente envenenados son vistos como la osadía de rasgar dogmas y mitos del estatalismo más acendrado o el expolio antipatriótico del patrimonio nacional, según lo ven unos u otros.
En ese contexto la trascendencia de la reforma hacendaria aumenta porque, a diferencia de las otras, está sujeta a plazos que no se pueden ignorar y que se vencen en breve.
Los términos de la hacendaria aprobada nos dirán si los daños de las afrentas regresarán a la reforma política el carácter de bisagra que haga que se abra la puerta que deje el paso a las demás que esperan paciente o impacientemente sean sacadas del baúl de la negociación atropellada.
Mientras el Congreso de la Unión se encuentra instalado en una parálisis que permite invocar la metáfora del poeta Ramón López Velarde al decir entre: “El pozo del silencio y el enjambre del ruido”, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Consejo de la Judicatura Federal y el Tribunal Electoral llevarán acabo del 28 al 31 de octubre el Seminario Internacional de la Transparencia Judicial.
Un ejercicio en el que, como el que hizo el IFAI hace un mes con su semana anual de la transparencia, se abordarán los retos para esta asignatura determinante de la calidad democrática.
Las reformas pendientes vendrán a cerrar el capítulo de la transición a la democracia para evidenciar que ha comenzado la andadura a la consolidación democrática, ¿será?