Los diputados se repartieron un promedio de 1000 millones de pesos anuales por subvenciones ordinarias y extraordinarias; estas últimas, según la Auditoría Superior de la Federación (ASF), perdieron ese carácter y se volvieron regulares. De esos fondos, por ejemplo, el Partido Verde destinó una parte a financiar sus spots en la campaña pasada.

Hasta ahora, el reparto del dinero depende únicamente de la voluntad de cada coordinador, que para comprobar el gasto sólo tiene que firmar una hoja. Los diputados reconocen que los coordinadores y sus administradores manejan las subvenciones sin vigilancia.

En tres años, la Cámara de Diputados utilizó discrecionalmente 3000 millones de pesos y ayer los grupos parlamentarios de PRI y PAN ofrecieron terminar con la opacidad en el manejo del gasto y los ‘‘rubros ocultos’’, pero ese compromiso no se extenderá a suprimir beneficios como vales de despensa, aguinaldos, seguros médicos y fondo de ahorro, que completan el salario de los legisladores, detalló en una investigación el periódico La Jornada.

La semana anterior, los diputados de Morena y Movimiento Ciudadano anunciaron que renunciarán a los seguros y ayer el coordinador del PRI, César Camacho Quiroz, dijo que ‘‘hay que entrarle de frente y sin resistencia’’ al cambio de reglas en el manejo del dinero, pero también ‘‘quitar de enmedio algunas expresiones que para mi gusto tienen un tufillo demagógico’’.

Durante las sucesivas presentaciones de la cuenta pública, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) alertó a los diputados de la opacidad en la entrega y reparto de las subvenciones y, como parte de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública, las bancadas se comprometieron a ventilar el uso de los fondos, pero le dejaron esa responsabilidad a la 63 Legislatura, que hoy da inicio a sus trabajos…

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