Horacio Ortiz / Erick Juárez / RRC
Luis Emilio Giménez Cacho, Coordinador de la Unidad Técnica de Servicios de Información y Documentación del Instituto Federal Electoral nos ofrece su trabajo La transparencia sindical, otra larga marcha, donde plantea la imperiosa, casi urgente, necesidad de hacer pública la información y documentos relacionados con los recursos otorgados y gastos presentados por los distintos sindicatos en el país.
Si bien, según las encuestas oficiales, 45% por ciento de los mexicanos considera que los sindicatos son buenos para los trabajadores y solo 10% piensa que los perjudican, los índices de confianza en las instituciones muestran que los sindicatos se encuentran en el escalón más bajo de la escala de reconocimiento público, apenas por encima de los diputados, los senadores, los partidos políticos y la policía. Esto se debe a que estas instancias carecen de una verdadera transparencia, no existe el concepto de “rendición de cuentas” en la práctica cotidiana con sus agremiados y estos no ejercen plenamente su derecho a ser informados.
Reconoce Giménez Cacho que aunque existen diversas legislaciones en materia laboral, y los artículos 371 y 373 de la Ley Federal del Trabajo contienen las obligaciones de los sindicatos y de sus dirigentes en materia de información y rendición de cuentas, no existen verdaderos mecanismos que aseguren este ejercicio.
La transparencia en los sindicatos fortalece su vida democrática, y de ninguna manera perjudicaría su autonomía: “la democracia sindical no es un asunto que sólo compete a la esfera privada de los sindicatos. Se vuelve tema de interés público y por lo tanto sujeto a escrutinio de las autoridades y de la sociedad. Y la razón es clara: sin democracia interna, una organización de trabajadores lejos de ganar autonomía es más susceptible de corromperse y más vulnerable a que intereses particulares se apoderen de ella. También queda más expuesta a que sus decisiones se vean influidas por intereses contrarios a los de los propios agremiados. En otras palabras, cuanto menos democráticas sean las prácticas de un sindicato, más expuesto estará a que sus objetivos de beneficio colectivo se desvirtúen.”
Sobre todo, quedan aún varias oportunidades que deben aprovecharse. “En noviembre de 2012 quedó aplazado de nuevo, el uso de los recursos modernos de la transparencia y la rendición de cuentas en los sindicatos. Con toda seguridad, en ausencia de un verdadero sistema de justicia laboral, las organizaciones sindicales seguirán siendo vistas por la mayoría de los líderes y grupos sindicales antidemocráticos como su espacio privado de poder. Y lo más probable es que continúen las tendencias al desprestigio de los sindicatos.”
En abril de 2007 la Secretaría del Trabajo y Previsión Social anunció que en adelante los más de 16 mil contratos colectivos de trabajo que afirmaba tener registrados entonces y los reglamentos interiores de trabajo de jurisdicción federal depositados en la Junta Federal, serían considerados públicos y podrían ser consultados a través de Internet. La misma decisión se tomó con los documentos de registro de directivas sindicales, los estatutos y los afiliados y, en la actualidad, pueden consultarse directamente tanto estatutos como las tomas de nota que existen en la Dirección de Asociaciones de la Secretaría del Trabajo, como los casi 25 mil contratos colectivos depositados en la Junta Federal.
Sin embargo, enfatiza Giménez Cacho, esto no es suficiente. La resistencia de los dirigentes a informar con precisión sobre el uso de los recursos que administran se ha hecho especialmente notoria en sindicatos del sector público en respuesta a la Ley de Transparencia.
Los sindicatos de dependencias y empresas públicas reciben, además de las cuotas que se descuentan a los trabajadores, recursos de las instituciones en que operan, para, por ejemplo, administrar prestaciones.
Por último, argumenta, “las definiciones legales en esta materia siguen siendo un tema abierto, sujeto a debates y negociaciones, como pudo constatarse durante la reciente reforma laboral. [Desde] principios de 2013 está procesándose en el Congreso una nueva reforma constitucional en materia de derecho a la información pública que ha vuelto a poner a discusión las obligaciones de información pública de los sindicatos, que aún no ha sido aprobada.”
Aunque no hay aún resoluciones definitivas sobre varios aspectos de esta reforma, todo indica que “existe un consenso parlamentario en cuanto a la obligación expresa de los sindicatos de rendir cuentas públicas al menos sobre el uso que dan a los recursos que reciben del erario público.
La evolución futura de la transparencia y rendición de cuentas sindicales seguirá dependiendo en buena medida del proceso legislativo, de la voluntad de los representantes de los partidos políticos y de la correlación de fuerzas en los órganos representativos”, subraya Giménez Cacho.
A partir de la reflexión realizada por Luis Emilio Giménez Cacho, la Fundación Friedrich Ebert y la Red por la Rendición de Cuentas invitan a la mesa de debate El interés social de la transparencia sindical el próximo martes 22, a las 16:00 horas en la Casa del Poeta (Álvaro Obregón 73, Colonia Roma) en el Distrito Federal.