Durante este fin de semana se conmemoraron dos fechas emblemáticas para la agenda que persigue la Red por la Rendición de Cuentas: el Día Internacional contra la Corrupción y la Conmemoración de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. El primero, declarado el 9 de diciembre de 2005 busca crear conciencia sobre las implicaciones que tiene el fenómeno de la corrupción a nivel mundial, la importancia de hacerle frente y la manera en que contribuye a la desigualdad y al fracaso en la atención a las necesidades de la población. De acuerdo con Naciones Unidas “Cada año se paga un billón de dólares en sobornos y se calcula que se roban 2,6 billones de dólares anuales mediante la corrupción, suma que equivale a más del 5% del producto interno bruto mundial.” (UNODC, 2017).

En México, 6 de cada 10 personas consideran que la corrupción ha incrementado y sostienen que el gobierno no hace nada para hacerle frente (Transparencia Internacional, 2017). La corrupción es un tema que está presente en la agenda pública de manera constante. La presión social y el reconocimiento de la gravedad del problema, llevaron a la creación del Sistema Nacional Anticorrupción como una herramienta de coordinación que busca unificar los esfuerzos de las instituciones para generar mayor eficacia en su combate, así como evitar la fragmentación de sus estrategias. Todo bajo un esquema en el que la ciudadanía es la que evalúa los resultados, vigila todas las acciones y mantiene un alto nivel de exigencia. Esto ha sido una conquista de la sociedad civil organizada y de su buena implementación depende, en gran medida, que se recupere la credibilidad y confianza en las instituciones.

La segunda fecha, la conmemoración de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que fue proclamada por primera vez el 10 de diciembre de 1948, hace 70 años. La Asamblea General de la Naciones Unidas estableció esta declaración como un ideal que todos los países deben buscar para garantizar la puesta en marcha de acciones, que logren el acceso pleno a condiciones básicas de igualdad para todos los seres humanos. (Consulta aquí la Declaración Universal)

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha mencionado de manera reiterada que uno de los grandes retos para México es lograr disminuir “la brecha entre su marco normativo y su apoyo irrestricto a los derechos humanos con la realidad que experimentan un gran número de habitantes cuando buscan una justicia pronta y efectiva… el gran desafío del Estado radica en romper el ciclo de impunidad imperante a fin de lograr una efectiva prevención, investigación, procesamiento y sanción de los responsables de violaciones de derechos humanos” (CIDH, 2015).

La dificultad para consolidar estrategias en ambos casos, corrupción y derechos humanos, nos debe hacer reflexionar sobre qué nos hace falta para lograr transformar la realidad en la que vivimos. En todos los ámbitos y niveles de gobierno hay tareas pendientes y es urgente su atención.

Liliana Veloz Márquez

Directora Ejecutiva

Red por la Rendición de Cuentas