Nuestro diseño constitucional debe o debería encuadrar un permanente equilibrio entre poderes y órdenes de gobierno, que representen para la población una garantía de bienestar general, libertad y seguridad.
El artículo 41 constitucional establece entre otras disposiciones las relativas al sistema de partidos políticos, las bases de la legislación electoral y las del Instituto Nacional Electoral como Organismo Público Autónomo, y mandata que el pueblo ejerza su soberanía por medio de los Poderes de la Unión.
De cara a la próxima elección del 6 de junio del presente año, las autoridades electorales y los partidos políticos avanzan concretando las actividades del proceso para elegir a 500 diputados federales, 15 gobernadores, 1063 diputados de 30 Congresos Locales y 1926 Ayuntamientos de 30 entidades federativas.
Como vemos, lo que se disputa no es cosa menor, por lo que es de fundamental importancia que los ciudadanos decidan su voto conociendo las funciones que tiene el Poder Legislativo, ya que su ejercicio impacta nuestra convivencia como sociedad.
Desde sus orígenes, la teoría política concibe el diseño del Poder Legislativo como espacio plural donde se debatan las distintas visiones de país, la situación política y los intereses de la Nación, y lo considera parte fundamental del sistema de pesos y contrapesos del equilibrio entre poderes, y control del ejercicio del Poder Ejecutivo, que en términos constitucionales debe ser político, financiero, contable y administrativo.
Asimismo, considera que la otra función esencial de este poder es legislar para actualizar y fortalecer el marco jurídico de derechos y obligaciones que garantizan y dan certeza y seguridad jurídica a los actos del gobierno frente a los particulares, y de estos entre sí.
Legislar para perfeccionar un Estado Social de Derecho, e impulsar y sustentar el desarrollo y la justicia social, no es un asunto de buena voluntad o de buenas intenciones, exige de los congresistas un profundo compromiso ético con la sociedad; un desempeño prudente y sensible; y visión, atención y compromiso político con el pueblo que los eligió y con el partido que los postuló.
A la par, demanda elegir una Cámara de Diputados reflexiva y dialogante, capaz de construir y aportar soluciones legislativas a los problemas que aquejan al país, e integrar la diversidad de puntos de vista, valores, principios, intereses y opiniones que conforman el complejo entramado social para plasmarlo en leyes, es decir, en actos legislativos que crean el derecho como norma jurídica general, abstracta e impersonal, como respuesta a las necesidades sociales, políticas, económicas y culturales.
Los ciudadanos exigimos la defensa de los intereses y expectativas ciudadanas; un intenso trabajo político que actualice el marco jurídico y la estructura programática de las políticas públicas de educación, salud, ecología y cuidado del medio ambiente; de obras públicas y comunicaciones; de desarrollo democrático y participación ciudadana; de transparencia y rendición de cuentas; de derechos humanos, justicia y seguridad pública; de combate a la impunidad, la corrupción y el contrabando; de fortalecimiento de la economía, las finanzas públicas y el empleo; de fomento al desarrollo rural, la agricultura y la ganadería, entre otras muchas materias.
Los legisladores deben armonizar las ideas y propuestas de una sociedad participativa; gestionar soluciones; impulsar el diálogo entre gobernantes y gobernados para democratizar la vida nacional; y promover iniciativas y propuestas para superar las profundas desigualdades sociales, la pobreza y la marginación de las regiones, estados y municipios del país, y renovar y fortalecer nuestro federalismo.
Por estas consideraciones, los ciudadanos debemos cerciorarnos que los candidatos sepan cuáles son las funciones y responsabilidades que les corresponden. Estar ciertos que conocen cómo se organiza el trabajo legislativo para la discusión y aprobación de reformas a leyes vigentes y nuevas leyes; que comprenden cómo se prepara la fiscalización y rendición de cuentas del gasto público, y la evaluación del estado que guarda la administración pública; y que entiendan las facultades que tienen en las diversas las materias del desarrollo.
Debemos estar seguros que no ignoran que corresponde a la Cámara de Diputados en forma exclusiva la aprobación del Presupuesto de Egresos, el conocimiento y aprobación de la Cuenta Pública, y conjuntamente con el Senado, la Ley de Ingresos. El inicio de juicios políticos, declarando si es procede la acción penal contra funcionarios públicos que hubiesen cometido algún delito; designar a los Consejeros del INE, y elegir al titular del Órgano Superior de Fiscalización, entre otras importantes atribuciones.
Los candidatos deben saber que los diputados tienen la función de fiscalizar el desempeño de los integrantes del Poder Ejecutivo y de citarlos a comparecer ante el pleno o ante comisiones. Pueden también, acordar la creación de comisiones que investiguen el funcionamiento de las dependencias, solicitar documentación e información sobre el control, manejo y ejercicio de recursos presupuestales, el endeudamiento público, los recursos no ejercidos, los ingresos extraordinarios, entre otros.
Los diputados tienen facultades para intervenir en todo lo relacionado con el Sistema Nacional de Planeación Democrática, condición que acrecienta el poder político que ejerce el Legislativo, al vigilar que el Plan Nacional de Desarrollo se ajuste a los lineamientos programáticos y a la ideología del Proyecto Nacional que contiene la Constitución.
En esta línea de pensamiento, resulta oportuno recordar a Ignacio Ramírez, el Nigromante, cuando recomendó hacer buenas leyes, y dijo: “Sujétese, pues, los pueblos a las leyes, y las leyes a las necesidades y circunstancias de los pueblos”.
El reto del trabajo legislativo es atender las necesidades y aspiraciones de la sociedad y reivindicar sus conquistas; combatir la desigualdad, la marginación, la pobreza y la exclusión; garantizar la salud, la educación y la seguridad; recobrar para el Estado el papel de rector de la economía; crear la estructura institucional para gestionar el desarrollo y apoyar a la micro, pequeña y mediana industria; rescatar al campo e impulsar el desarrollo rural; cuidar las tierras y las aguas, los recursos naturales, la energía eléctrica, el petróleo, la energía nuclear, las relaciones laborales y las de seguridad social.
Legislar es buscar articular el marco constitucional y legal para alcanzar el modelo de sociedad plasmado en el Artículo Tercero de la Ley Suprema, donde la visión, los principios y los fines del Proyecto Nacional.
Agenda
- La postura del INE para que se dejen de transmitir las mañaneras no es ningún acto de intolerancia, es la letra de la Constitución que prohíbe en tiempos electorales la propaganda política por ser un acto de proselitismo. Parece que al presidente López Obrador se le olvidó su grito de “cállate chachalaca”.
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