A solo 24 horas de que llegue la fecha prevista para que el Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) entre en funciones, lamentablemente, no se lograron generar los acuerdos para que pudiera iniciar con todas las piezas completas. Se quedaron pendientes en el Senado los nombramientos del Fiscal Anticorrupción y los magistrados del Tribunal Federal de Justicia Administrativa. Si bien, esto no impedirá la puesta en marcha de las leyes, sí será un factor que dificulte la operación del sistema.

¿Cómo garantizar eficacia y eficiencia en el fincamiento de responsabilidades por la vía penal o administrativa, sin las cabezas correspondientes para instrumentar estas tareas? ¿Qué pasará, por ejemplo, con el proceso de fincamiento de responsabilidades de Javier Duarte, exgobernador del Estado de Veracruz, quien será extraditado este 17 de julio a México, si no están listas las instancias para dar seguimiento a los casos de corrupción por los que ha sido acusado? El reto que viene para el SNA es de la mayor relevancia, no solo para cada uno de los actores involucrados en la definición de la política anticorrupción, sino para lograr generar las certezas que clama la sociedad. Urge ver un cambio de rumbo en el combate a la corrupción en México.

Lamentablemente, el ambiente durante las últimas semanas se enrareció. En lugar de concentrar los esfuerzos en sacar adelante cada uno de los nombramientos para iniciar con un SNA completo, se decidió dar batalla en contra de la única instancia, la ciudadana, que ha avanzado de manera consistente y que se encuentra lista para iniciar su trabajo. Mención aparte tienen los estados, que también deben cumplir con la homologación de leyes para dar vida a sus sistemas locales anticorrupción. No se ha logrado aún que todos cuenten con la legislación necesaria y, en algunos casos no se ha logrado que la legislación aprobada garantice la autonomía suficiente de los sistemas locales.

El plazo ha llegado y se tendrá que comenzar a trabajar con lo que hay y, no se debe bajar la voz para seguir exigiendo las mejores condiciones posibles para dar batalla contra la corrupción. Las instancias ciudadanas son una parte fundamental para el SNA, habrá que apoyarlas, fortalecerlas y acompañarlas para que logren hacer una verdadera diferencia.

 

Liliana Veloz Márquez

Directora Ejecutiva de la RRC