La Reforma hacendaria no recaudará lo que originalmente se estaba pensando cuando llegó al Congreso, hace más de un mes. Losingresos previstos de 3% del PIB cada vez se están diluyendo más, dijo el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP).

El presidente de la Contaduría Pública organizada, Carlos Cárdenas, indicó que cada vez se le están quitando más puntos de lo previsto. Pero a la vez, se está hablando de aumentar el precio del petróleo para compensar esos ajustes, por lo que consideró que “todavía falta ver la película completa”, para poder evaluar si se trata de una verdadera reforma fiscal.

Aunque destacó que 3% del PIB previsto en la propuesta ya era insuficiente para los niveles que se requieren. Puso de manifiesto que la propuesta al final de cuentas no fue lo que se esperaba, ya que, recordó, en el Pacto por México se habían mandado señales distintas, que coincidían con lo que el Grupo de los 6, del que forma parte el IMCP, había planteado.

El presidente de la Comisión Fiscal Internacional, José Luis Fernández, dijo que el sector empresarial y los inversionistas extranjeros esperaban con mucho interés la iniciativa, porque se tenía la expectativa de que crearía un ambiente favorable para la inversión, promoción del empleo, simplificación administrativa y para ampliar la base de contribuyentes. No contiene medidas serias para combatir la informalidad ni alienta la inversión.

NO ES UNA GRAN REFORMA

Académicos e investigadores coincidieron en que la iniciativa de reforma fiscal presentada por el Ejecutivo, que ya se discute en el Congreso, está mal diseñada, pues contempla herramientas del pasado, además de que es insuficiente y podría generar riesgos, principalmente por el monto del gasto que se contempla y más en un entorno mundial adverso como el actual.

En el panel “La sociedad civil ante la reforma fiscal”, celebrado en el Tec de Monterrey, los especialistas consideraron que se desaprovechó el ambiente de consenso que imperaba entre las diferentes fuerzas para sacar una reforma completa.

Gerardo Esquivel, del Colegio de México, destacó que la iniciativa contiene algunos puntos favorables, como el alza al ISR, el gravamen que se aplica a las ganancias de capital y la eliminación de la consolidación fiscal.

Pero expuso que uno de los riesgos radica en cómo se hará para ejercer el gasto, que contempla más de 500,000 millones de pesos extra respecto del 2013, con una recaudación apenas superior a los 200,000 millones de pesos extra al 2012.

Esquivel añadió que la reforma fiscal quedó pequeña, ya que se trata de una “colección de impuestos” focalizados, en lugar de algo más general, lo que ha derivado, dijo, en que hoy haya una “cruzada” de oposición de grupos específicos hacia impuestos específicos.

Oliver Azuara, investigador de México Evalúa, refirió que esta reforma contempla herramientas del pasado al considerar, por ejemplo, una pensión “popular”, en lugar de universal. El seguro de desempleo que se incluye en la iniciativa crea incentivos a la informalidad, se financia con aportaciones del Infonavit y no diferencia entre la pérdida del trabajo y la separación voluntaria.

Argumentó que algunos de los riesgos que podrían presentarse con la reforma, que pretendió ser muy amplia son: excesos en el gasto público y la falta de una lógica de inversión a futuro. “Son muy riesgosos tantos cambios en un entorno mundial incierto”.

Propuso detener la pensión universal y el seguro de desempleo hasta conocer la efectividad del marco fiscal, además de fortalecer la Auditoría Superior de la Federación, pues “no hay cambios en transparencia y rendición de cuentas”.

Sector empresarial busca posponer negociación de seguro de desempleo

En la recta final de la aprobación de la reforma fiscal, el sector empresarial alzó nuevamente la voz para solicitar al Congreso se posponga la negociación del seguro de desempleo y se discuta como parte de una reforma de seguridad social, porque afectará las prestaciones laborales; además, advirtió que será “riesgoso” aprobar una figura sin saber de dónde provendrán los recursos.

Aún cuando los diputados encaminan la negociación del seguro de desempleo a sólo descontar 0.25% -de 1% propuesto- de las aportaciones patronales a la subcuenta de vivienda, los patrones se opusieron al planteamiento porque “de todos modos se afectarían los ahorros”.

Pedro Higuera, presidente de la Comisión Nacional de Asuntos Tributarios de la Confederación Patronal de la República Mexicana, afirmó a El Economista que es un tema delicado, el cual debe atenderse más a fondo, pues los tiempos son cortos y restan oportunidad de crear un tema fundamental como el seguro de desempleo, pero no a costa de los trabajadores.

Dolores Padierna, integrante de la Comisión de Hacienda del Senado, informó que durante la reunión de su partido (PRD) con el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, se acordó que del fondo de vivienda (5%) descontarán 0.25 a los trabajadores para el fondo solidario y otro 0.25% vendrá del gobierno.

Aunque, en una entrevista radiofónica, cuestionó que el fondo solidario carece de una estructura orgánica, la cual no sería auditable ni fiscalizada.

“El trabajador perdería 20% de su aportación del Infonavit al término de su vida laboral en caso de que nunca usara el seguro de desempleo, además de que incrementaría su crédito para la vivienda”, sentenció el especialista fiscal.

Los Diputados pactaron que se votaría el seguro de desempleo para que la reforma fiscal no se detenga, aunque en las leyes secundarias se defina su fondeo.

El Economista