Tras convertirse en el primer vicepresidente argentino en ejercicio llamado a declarar por la Justicia, Amado Boudou, imputado en una causa de corrupción, reiteró que es inocente y afirmó que no renunciará a su cargo en el Ejecutivo de Cristina Fernández de Kirchner.

Boudou deberá concurrir el próximo 15 de julio ante el tribunal que encabeza el juez federal Ariel Lijo, encargado de la denominada causa Ciccone, que investiga la presunta compra irregular de la imprenta de papel moneda Ciccone Calcográfica por parte de un empresario cercano al vicepresidente.

Imputado por presuntas negociaciones incompatibles con la función pública y enriquecimiento ilícito, Boudou recalcó que “por supuesto” se presentará ante el juez y que recibió la noticia “con mucha tranquilidad” porque esperaba este momento para poder demostrar su inocencia.

Pese a que la citación, la primera de este tipo para un vicepresidente en ejercicio desde el retorno de la democracia al país (1983), supone un duro golpe para el Gobierno de Cristina Fernández, Boudou subrayó que de ninguna manera va a renunciar ni se va a apartar temporalmente de su cargo porque es “inocente”.

En declaraciones radiales, el vicepresidente dijo no tener miedo de terminar condenado ya que no hay nada que se le pueda imputar porque en ningún momento ha actuado al margen de la ley.

“Lo juro y lo sostengo y así lo voy a demostrar cuando vaya a la audiencia indagatoria”, reiteró Boudou, quien ya se había presentado de forma voluntaria ante el juez en febrero, cuando el fiscal solicitó al tribunal que lo llamase a declarar.

Mientras Boudou atribuye la investigación en su contra a venganzas relacionadas con intereses empresariales opuestos a las políticas que desarrolló desde la cartera de Economía (2009-2011), la oposición pide que se aparte de sus funciones o se someta a juicio político…

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