Económicamente hablando ¿Quiénes serán los afectados por el desastre dejado por el huracán Otis en Guerrero? Respuesta: los trabajadores que perderán su empleo y las empresas que se los ofrecen. Por eso, los objetivos maestros de cualquier reconstrucción debería ser, cero despidos y mantener el nivel de remuneraciones a las distintas poblaciones.
Durante la presente etapa de emergencia es crucial saber que empresas serán apoyadas para no despedir y que sus trabajadores reciban un ingreso al menos en los siguientes seis meses. Se trata de una definición crítica, pues los que serán lastimados directamente por el desastre no son tanto, los que ya perciben un subsidio vía los programas sociales (adultos mayores, pensionados), por ejemplo. Quienes están sufriendo son los trabajadores y las unidades económicas que los emplean. Y ellos deberían ser el centro del plan.
El Estado mexicano (federal, estatal y municipal) debe ser capaz de mantener a sus propios trabajadores, sus funciones y sus percepciones y, al mismo tiempo, proveer de los recursos a la población beneficiada por los programas sociales. Esta es una definición programática. En el área estatal, todo debería funcionar como antes de Otis.
¿Por qué esto es la más absoluta prioridad económica? La experiencia de 1994-1995 y la posterior al 2009 muestran que el costo de perder empleos formales para el país, es superior al costo de la pérdida de ingresos (Levy). Los empleos formales generan impuestos, inversión ya realizada, en su educación, capacitación, etcétera. Entre otras cosas, por eso, mantener a los empleos formales es propósito central del plan. Pero también porque son fácilmente rastreables.
Así las cosas, el objetivo económico cardinal para Acapulco y los demás municipios afectados debería ser cero despidos, lo que implica dos grandes medidas: apoyar a los trabajadores registrados en el IMSS para que mantengan su ingreso y su fuente de trabajo segura y como reverso de la misma moneda, a las empresas que sostienen esos empleos.
De modo que la tregua fiscal que ya se planeta por el gobierno, no sea incondicionada sino ligada al objetivo principal: condonación fiscal precisamente a las empresas que no despidan.
La Banca de Desarrollo y sus créditos a su vez, deberían alinearse al objetivo de cero despidos, de modo que una empresa que no cancele sus empleos sea la primera beneficiada.
Plan cero despidos para una recuperación solidaria, practicable pero también productiva. ¿Podríamos discutir en estos términos?
Fuente: Crónica