El Senado de la República enmendó la plana a la Cámara de Diputados y modificó ayer la reforma laboral en materia de transparencia, rendición de cuentas y democracia sindical.
Con estos cambios, la minuta fue devuelta a la Cámara baja, donde los legisladores tendrán que discutir los ajustes con los que se pretende acotar el poder discrecional de los líderes sindicales tanto en materia económica como de control político.
En lo general, la reforma fue avalada en el Senado por 100 votos a favor del PAN, el PRI, el PVEM y Nueva Alianza frente a 28 en contra del PRD, el PT y Movimiento Ciudadano.
Sin embargo, durante la discusión en lo particular, el PAN y los senadores de izquierda votaron en bloque y reincorporaron a la reforma temas propuestos por el Presidente Felipe Calderón rasurados por los diputados.
Los cambios a la Ley Federal del Trabajo aprobados por la Cámara alta eliminan la posibilidad de que los dirigentes sindicales sean elegidos a mano alzada.
“El procedimiento para su elección deberá ser mediante voto libre, directo y secreto”, establece la modificación al artículo 371, que de último minuto también fue respaldada por la senadora del Panal Mónica Arriola Gordillo, hija de la líder del SNTE, Elba Esther Gordillo.
Además, la ley obliga a los líderes gremiales a rendir cuentas sobre el manejo de las cuotas de los trabajadores y del patrimonio de la organización.
“Deberán rendir a la asamblea cada seis meses por lo menos cuenta completa y detallada de la administración del patrimonio. La rendición de cuentas incluirá la situación de los ingresos por cuotas sindicales y otros bienes, así como su destino”, señala la redacción modificada del artículo 373.
El único cambio aprobado por unanimidad fue el que obliga a las autoridades a transparentar el registro de los sindicatos, hacer públicos sus estatutos, colocar en internet el contenido de los contratos colectivos y de los reglamentos interiores de trabajo.
En un viraje de último momento, el PRI votó a favor de esta disposición en materia de transparencia a pesar de que la había rechazado públicamente.
“Que quede claro: en el PRI estamos absolutamente apegados a la transparencia en todos los ámbitos, por lo que nos adherimos a la propuesta”, dijo en tribuna la senadora Arely Gómez, quien argumentó que el compromiso del tricolor con la transparencia ha sido demostrado por el Presidente electo, Enrique Peña Nieto.
¿Qué sigue?
– La ley regresa a la Cámara de Diputados para que revisen sólo los artículos modificados.
– Si los diputados avalan los cambios, el proyecto se envía al Ejecutivo para su publicación. Si los rechaza, regresa al Senado con las razones por las cuales no fueron aprobados.
– “Si la Cámara revisora insistiere, todo el proyecto no volverá a presentarse sino hasta el siguiente periodo de sesiones, a no ser que ambas Cámaras acuerden, por la mayoría absoluta de sus miembros, que se expida la ley o decreto sólo con los artículos aprobados, y que se reserven los reformados para su examen y votación en las sesiones siguientes”.