Aunque los partidos políticos se aumentaron las prerrogativas por la puerta de atrás, al incrementar sus ingresos en los estados mil 300 millones de pesos, para Benito Nacif, consejero del Instituto Nacional Electoral, estos recursos son plenamente fiscalizables y garantizan que exista un piso parejo para todos.

“El financiamiento público no tiene una aceptación en la opinión pública, pero fue una decisión inteligente desde la reforma de 1996 que creó el IFE porque establece un piso parejo para los partidos políticos”, expuso Nacif, presidente de la Comisión de Fiscalización.

“La preocupación es encontrar equilibrio en la contienda, que ese dinero se utilice para los fines establecidos y controlar los flujos entre elecciones locales y federales. Un Sistema Nacional de Fiscalización permite fiscalizar ese recurso de mejor manera”…

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REFORMA publicó este martes que los Congresos locales de algunas entidades decidieron homologar su fórmula de financiamiento público a los partidos políticos con la de la legislación federal, que implica multiplicar el 65 por ciento del salario mínimo vigente por el total del padrón de electores, lo que implicará un incremento total de unos mil 300 millones para 2015.