Dos meses después de que las primeras cuarentenas fueran implantadas en Brasil, políticos, gestores sanitarios e investigadores se mueven en buena medida a ciegas. Las semanas de ventaja que América Latina llevaba a Asia y a Europa parecen malgastadas. Los test para detectar el coronavirus que, según decían a mediados de marzo autoridades, científicos y analistas serían cruciales para aislar a los enfermos y minimizar los daños a la salud y a la economía, nunca llegaron en las cantidades necesarias.

Los análisis que ha hecho el país más afectado -y el más poblado- de América Latina son tan pocos que desconoce cuál es la magnitud de la epidemia. Existe un balance oficial: casi 18.000 fallecidos entre los 270.000 casos registrados hasta este miércoles. Pero también hay un consenso de que es una cifra muy subestimada. E incluso así es el país más afectado del continente después de EEUU.

EL PAÍS ha hecho una estimación según la cual solo uno de cada 20 casos es notificado. Es decir, que los contagiados en Brasil son 3,7 millones de personas. Es la cifra que se obtiene al aplicar el método de un grupo de matemáticos y epidemiólogos de la London School of Hygiene and Tropical Medicine para calcular la subnotificación.

Los cálculos fueron realizados con el balance oficial del Ministerio de Salud de Brasil del sábado 16. Si dividimos las muertes confirmadas en Brasil ese día (15.633) entre los casos detectados (233.142), el resultado es que el 6,7% de los afectados mueren. Pero esta cifra queda muy por encima de los estudios más aceptados sobre la letalidad de la covid-19, que la sitúan alrededor del 1%.

Los investigadores de la Escuela de Londres explotan esa diferencia entre la mortalidad notificada y real para calcular la subnotificación. Es posible hacer una aproximación al número real de casos partiendo de la tasa real estimada de mortalidad (en torno al 1% según los estudios actuales), comparándola con la observada en Brasil (6,7%) y teniendo en cuenta el lapso de tiempo entre la infección y la muerte.

Como es probable que la enfermedad no sea igual de letal en todas las regiones o zonas del país (por factores como la edad media de los afectados, o el acceso a hospitales, UCis o respiradores) la estimación requiere de una banda ancha de incertidumbre. Es por eso que, aplicando el mencionado modelo a los datos oficiales de fallecimientos incluidos en el gráfico anterior, la horquilla iría desde 1,8 millones hasta 6,3 millones de afectados con 3.760.000 contagiados como número central de referencia.

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Por: Jorge Galindo

Fuente: El País