Con los dos adjetivos que dan título a este texto, el diputado federal Enrique Aubry calificó a los partidos que impugnaron la campaña el “Verde sí cumple”, que profusamente se puede observar en cines, pantallas de televisión y anuncios espectaculares. De acuerdo a un conteo del INE, Aubry y otros cinco legisladores del PVEM difundieron su imagen en 224 mil spots en televisión abierta y restringida entre septiembre y diciembre del 2014. Si uno atiende la sumisa tibieza del Tribunal Electoral frente al caso, en efecto el PAN, el PRD y Morena son unos burros e ignorantes.

Por unanimidad, tres magistrados del Tribunal Electoral determinaron aplicar una simple amonestación pública a manera de sanción. Así de barato le salió al Tucán casi cuatro meses de precampaña. El Tribunal consideró que la sobreexposición de los legisladores del PVEM vulneró el principio de equidad establecido en el artículo 134 constitucional. La única consecuencia judicial de violar la Carta Magna es un sermón público.

El éxito de la campaña del Verde ya se puede medir en los pronósticos electorales. De acuerdo con una encuesta de Reforma (17-XII-2014), las preferencias electorales del PVEM en el DF aumentaron hasta 75% entre julio y diciembre. Ante la impunidad garantizada que ofrece el Tribunal Electoral y los resultados de las encuestas, los partidos que no copian la estrategia del Verde en efecto están cometiendo un error. Brutos e ingenuos quienes cumplen la ley y desperdician las oportunidades que brinda la impunidad.

El PVEM y sus legisladores no son los únicos ganones con esta violación a la Constitución. Las grandes empresas de televisión abierta y algunos concesionarios de televisión restringida se beneficiaron con la compra de anuncios publicitarios. Si usted le quiere creer a los senadores y diputados del Verde, la campaña de publicidad costó 50 millones de pesos. En contraste, el cálculo que ofrece el PRD ronda entre los 450 y 500 millones de pesos. Las estimaciones del Verde arrojan un precio de 223 pesos por spot. El PRD calcula un costo de 2,000 pesos por anuncio. Tú decides a quién creerle. Más allá de las cifras, el problema central es ¿de dónde salió ese dinero para comprar anuncios y obtener ventajas ilegales en la contienda electoral?

Los senadores del Partido Verde argumentan que el dinero salió de la fracción parlamentaria y de recursos propios. Como todavía no se aprueba la Ley de Transparencia que permitiría solicitar información financiera de las bancadas partidistas en el Congreso, no es posible verificar el dato con una solicitud de información. Sobre el financiamiento con “recursos propios” se abre un complejo laberinto de dudas en torno a un par de simples preguntas: ¿Quién puso la lana? ¿Cuánto costó la precampaña ilegal del Verde? En un texto digital del Financial Times, Alejandro Poiré argumenta que el financiamiento de las campañas electorales es la herida por la cual sangra la democracia mexicana. El dinero opaco para promover candidaturas y avanzar ambiciones políticas es la base de un régimen cimentado en la corrupción. El candidato o candidata que quiera competir contra los legisladores del Verde tendrá que gastar aún más dinero para emparejar la cancha.

En palabras de Poiré y con una traducción libre de su servidor: “Si se diseñara desde cero un sistema que amplía la capacidad de las organizaciones criminales para infiltrar la vida política… se podría argumentar que el modelo mexicano sería la mejor referencia”. Este es el diagnóstico de un ex funcionario del IFE y ex secretario de Gobernación. Si el PAN y el PRD son “burros” e “ignorantes” por no replicar las prácticas del Partido Verde, ¿qué somos tú y yo que pagamos con nuestros impuestos este circo de impunidades?

@jepardinas

Fuente: Reforma