No podemos negar que nuestro sistema electoral fue construido para que la élite de los partidos mantenga el poder político en sus manos. Ha quedado al descubierto que en sus grandes decisiones no representan los intereses de los ciudadanos, en cambio, si las negociaciones de su partido en el seno de la Junta de Coordinación Política. Las reformas estructurales y leyes generales últimas, estuvieron viciadas en el último trecho de su aprobación y con algunas acciones regresivas, lamentablemente. Los ciudadanos y organismos de la sociedad civil involucrados en cada tema, en vilo, rogando al cielo para que se aprobara en los términos acordados, no se fuera aparecer el diablo.

Todos los partidos nos han fallado con sus acciones contrarias a lo que enarbolaban en sus campañas. Unas veces son progresistas y otras conservadores, depende del interés que los mueva o de los votantes que pongan en su balanza. Se ha comprobado que a la hora de legislar se comportan de la misma manera, a pesar que marcan diferencias en su oferta política. Hoy lo estamos viendo con los spots, los tres grandes partidos echándose la culpa unos a otros, sacando a relucir sus errores y ventilando la corrupción; llevamos más de 3 lustros con este sistema tripartidista –PRI, PAN, PRD – así que la culpa se reparte.

En mi estado, Oaxaca, las campañas de este proceso electoral están vacías de propuestas, se percibe un escenario alto en abstencionismo y no vemos candidatos comprometidos con los ciudadanos. Ya probamos la alternancia y no garantizó un cambio en la manera de legislar a espaldas de la ciudadanía. Hoy sabemos que no hay diferencias ideológicas entre los partidos, nosotros somos testigos fehacientes de candidatos del PRI de ayer, que hoy son del PRD; los que eran del PRD hoy son de MORENA; otros que les hicieron el feo, se cambiaron a los nuevos partidos. Oaxaca se cuece aparte, dicen por ahí.

Ante este vacío, nos adherimos a la iniciativa de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, que busca promover y fortalecer la cultura democrática en México. Trata de brindar información sobre las opiniones y posturas de los candidatos a diputados federales de forma oportuna, de fácil comprensión y reduciendo costos de acceso a la información. En lo particular, me pareció una oportunidad para empezar a empujar a nuestros candidatos a que volteen a la ciudadanía, las campañas que vemos son las mismas de cada tres años, una competencia de “estímulos” con la gente más necesitada. Seguimos estancados en las promesas, en la creencia de que serán nuestros salvadores, en la falacia de que el poder emana del pueblo. Ante este escepticismo ya no debemos permitir que nos “jueguen la cabeza” o que nos “mareen” con sus propuestas quimeras.

En este ejercicio de participación ciudadana, hemos tratado que los candidatos de los 9 partidos que contienden en nuestro estado de los 11 distritos electorales se sumen a esta iniciativa. Pretendemos elevar nuestro nivel de exigencia al conocer su postura en los distintos tópicos ahí planteados. Los resultados de invitar a los candidatos de Oaxaca no han sido nada satisfactorios.

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Hasta el día 29 de abril, habían contestado 51 de 99 candidatos, los de los partidos de mayor arraigo –PRI, PRD, PAN – se comportan de similar manera, no hay una muestra de que quieran cambiar, no les interesa los llamados de exigencia de la ciudadanía. En los discursos o plataformas nacionales dicen una cosa y en lo local no hacen mucho caso. El caciquismo político prevalece en el estado. Solo los candidatos de 3 partidos han respondido de una mejor manera. El partido de AMLO, tampoco da muestras de participación.

Poniéndole nombre y apellido a los candidatos, encontramos que los más renuentes son los que llevan más tiempo viviendo del erario público; más de 3 candidatos tienen licencia como diputados locales, otro tanto servidores públicos de primer nivel que recientemente renunciaron, otros de familias o parientes de los dirigentes de partidos; por último, los que tienen graves acusaciones de tener fundaciones y empresas constructoras.

La siguiente gráfica nos da un espectro general de los distritos donde han contestado los candidatos:

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Los candidatos más renuentes son los que disputan los distritos de la mixteca alta y baja (3, 6). Es aquí, donde predomina la población de mayor pobreza extrema y mayoritariamente indígena, también es donde se encuentra la mayor población migrante. Esto explica en parte, la apatía de los candidatos. Su manera de convencer será la misma de otros años.

En contraste, los distritos con mayor participación fueron el 1, 7, 8 y 9, donde se concentra un mayor número de ciudadanos mejor informados y más exigentes (Tuxtepec, Juchitán, Oaxaca centro y Santa Lucía). En los demás la participación fue por debajo de la mitad, lo que anuncia que los caciques siguen vigentes.

Esta iniciativa, pone a los candidatos al escrutinio público para que los ciudadanos nos informemos antes de emitir nuestro voto. Las respuestas que ofrecieron nos dan pauta para nuevas exigencias, como lo es, la otra iniciativa #3de3 que pide hacer públicas sus declaraciones de intereses, fiscal y patrimonial. Hoy sabemos que gran parte de la corrupción tiene sus orígenes en el legislativo, las exigencias deben subir de nivel para los que aspiran a ser nuestros representantes. Tenemos que empujar a un mejor sistema de representación, el de partidos al igual que el país, está en crisis. En caso de no ser así, tendremos que esperar otros tres años para tratar de cambiar su comportamiento y lógica de su representación. Voto informado nos permitirá hacer una mejor elección o de plano no hacer ninguna, pero que conste, que sea de manera informada.

** Al 29 de abril, 1676 candidatos habían respondido el cuestionario.

                                                                                                                                                                          @acruzpi