“Los servidores públicos orientan sus obras a atender circunstancias políticas cuando deberían resolver situaciones básicas; no es redituable una obra de agua, drenaje y electrificación en zonas rezagadas, no hay debida planeación para atender, pasan años y siguen en rezago”, advirtió Enrique Ocampo Rojas, instructor del Instituto de Capacitación y Fiscalización Superior de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

En entrevista, el funcionario dijo que los servidores públicos “deben hacer lo que deben, no lo que quieren ni lo que creen ni sólo lo que puedan, todos deben estar enfocados en hacer lo que deben hacer y dejar de experimentar y hacer prueba y error con los recursos destinados a la gente”.

Precisó que por lo general, hay fallas en la aplicación de la normativa del Fondo de Infraestructura Social Municipal o los alcaldes no identifican zonas de pobreza extrema y eso lleva a que los recursos no lleguen a su destino.

Explicó que la desviación de recursos está considerada un daño patrimonial y que los funcionarios responsables deben devolver los recursos y enfrentar un procedimiento de responsabilidades.

Por esas causas, la ASF está facultada para enviar casos a las contralorías municipales y denuncias ante el Ministerio Público.

Dijo que los servidores públicos no integran a la sociedad a las políticas públicas, hacen un simulacro pero no tiene el mismo empeño que tienen para convocar a las masas, como lo hubo en las campañas políticas.

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