La discusión en la ONU para crear un sistema tributario más justo podría poner fin a los abusos fiscales de las multinacionales y a los pocos impuestos que pagan las personas multimillonarias alrededor del mundo.

Hoy mismo se está discutiendo en las Naciones Unidas la posibilidad de crear un sistema tributario más justo, que beneficie a los países de bajos y medios ingresos. El proceso de negociación tomará su tiempo y enfrentará muchas resistencias por parte de los países más poderosos, pero México no puede dejar pasar esta oportunidad histórica para incrementar su recaudación y avanzar en la reducción de los niveles extremos de desigualdad que el neoliberalismo trajo consigo.

Lo que está pasando en la ONU podría poner fin a los abusos fiscales de las multinacionales y los pocos impuestos que pagan las personas multimillonarias alrededor del mundo. Para nuestro país, estos fenómenos producen que anualmente no se recauden cerca de 7 mil millones de dólares, lo que equivaldría a más del 20% de nuestro presupuesto en salud o al 13% de gasto en educación pública.

Durante décadas, estas y otras injusticias han sido permitidas por la OCDE, una organización internacional que tiene el poder de implementar el tipo de políticas tributarias que más le convengan a empresas y personas inversionistas de los países poderosos. La OCDE ha hecho pocos esfuerzos para terminar con los paraísos fiscales, se ha negado a incrementar sustancialmente el pago de impuestos de las multinacionales, e incluso ha impedido que estas empresas estén sujetas a mayores mecanismos de rendición de cuentas, como ocurrió recientemente en Australia, cuando una iniciativa de ley que proponía transparentar la información tributaria de las multinacionales fue bloqueada tras la intervención de la OCDE.

En nuestro país, muchas de las políticas tributarias que necesitamos para incrementar los recursos disponibles y reducir la extrema concentración de la riqueza dependen de las discusiones en los espacios de negociación de la OCDE, espacios opacos, ajenos a la ciudadanía y contrarios a los intereses de los países de bajos y medios ingresos. Por estas y otras razones, el Grupo de África y países del Sur Global apoyaron la creación de una Convención Tributaria de la ONU y la creación de un Comité que tenga la posibilidad de discutir abiertamente un sistema tributario que ponga fin a los abusos fiscales globales y responda a los intereses de los países más afectados por la globalización.

A comparación de hace un par de meses, cuando México se abstuvo de iniciar el proceso de negociación y redacción de una Convención Tributaria, nuestro país se ha mostrado más comprometido con este proceso. Por ejemplo, México ha adelantado que la Convención debe jugar un rol decisivo en la prevención de la evasión fiscal y la promoción de la cooperación internacional, y por parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, el funcionario Carlos Castillo Pérez formará parte del grupo de 20 países que durante los siguientes meses discutirá un primer borrador de la Convención Tributaria.

Durante este proceso histórico, desde Fundar daremos seguimiento a las sesiones de negociación del Comité e impulsaremos que la Convención retome dentro de sus principios generales el resguardo y garantía de los derechos humanos, la justicia ambiental, la perspectiva de género y el combate a las desigualdades. En estas primeras sesiones, confiamos en que México se sume a los esfuerzos por la creación de una Convención inclusiva, equitativa y que vele principalmente por las necesidades de los países de ingresos medios y bajos.

Iván Benumea y Ana María Morales son parte del equipo de Justicia Fiscal de @FundarMexico.