Organizaciones civiles en Honduras presentarán un recurso de amparo contra la Ley de Clasificación de Documentos por considerar que es una “ley procorrupción” que atenta contra la transparencia y los derechos humanos.
La norma, que inicialmente se había aprobado en enero con el nombre de Ley de Secretos Oficiales, entró en vigencia el viernes pasado al ser publicada en el diario La Gaceta.
“Analizamos ir a instancias nacionales e internacionales contra esta ley porque se viola el derecho humano de la gente a tener acceso a la información”, dijo Josué Murillo, de la Alianza por la Paz y la Justicia (APJ).
Esta legislación es “procorrupción” porque permite la opacidad de la gestión de los funcionarios, señaló.
A inicios de enero pasado, el Congreso anterior aprobó la Ley de Secretos Oficiales, pero se vio obligado a engavetarla ante las críticas de diferentes sectores de la sociedad en el sentido de que la misma era un atentado contra la transparencia y lucha contra la corrupción.
Fue el exsecretario del CN, Rigoberto Chang Castillo, quien presentó una moción para que ese decreto quedara en suspenso y prometió que una comisión estudiaría si la misma entraba en contradicción con la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública.
Pero finalmente solo se le renombró como Ley de Clasificación de Documentos y se le hicieron algunos cambios cosméticos para ser aprobada el 24 de enero.
Consejo de Defensa
La ley ahora le da la facultad exclusiva al Consejo Nacional de Defensa y Seguridad para que emita los acuerdos de clasificación y antes de la reforma los jefes de las instituciones púbicas tenían esa atribución de acuerdo al nivel de reserva de la información. Las categorías de secretividad de la información son cuatro: reservada, confidencial, secreta y ultrasecreta, y el tiempo durante el cual permanecerán secretas será de 5 a 25 años, según su categoría.
La declaración de información reservada procederá cuando la información pueda producir “efectos institucionales no deseados”, pero no se aclara qué significa ese término…
Nota completa en: El Heraldo de Honduras