Morelia, Michoacán.- Los congresos locales y el Congreso de la unión cuentan con un ineficiente sistema de operación en las comisiones legislativas, tienen una doble moralidad, albergan “mucho presupuesto y poca rendición de cuentas” y sus integrantes carecen de una experiencia parlamentaria hasta en un 80 por ciento, según detalló Luis Carlos Ugalde Ramírez, director general de Integralia.

En el marco de la presentación de su ejemplar “Reporte Integralia sobre el Desarrollo Legislativo” en el Congreso local, Ugalde refirió que el análisis que se presentan en el Reporte es exclusivo del Congreso de la Unión, sin embargo la mayoría de las Cámaras estatales presentan tales deficiencias.

El establecimiento de comisiones legislativas poco contribuye a la solución de problemáticas del país, pues llegan a convertirse en un “cuello de botella” para desahogar iniciativas y minutas que son presentadas por los parlamentarios en el Pleno, pues la mayor parte de los asuntos que se reciben no son atendidos en tiempo y forma y en ocasiones algunas de las comisiones establecidas no llegan a recibir asuntos en todo lo que dura la Legislatura, lo que es un recurso económico mal aplicado, sentenció.

A nivel mundial, el Senado mexicano es la Cámara alta con mayor número de comisiones legislativas, pues tiene 62 de las mismas, mientras que en la Cámara de los Diputados son 56 las juntas dictaminadoras con lo cual ocupan el cuarto lugar a nivel mundial, según los datos proporcionados por el Informe Parlamentario Mundial de 2012.

“Sin justificación razonable, ambas cámaras aumentaron su número de comisiones. El Senado pasó de 59 a 62 (comisiones), la Cámara de Diputados de 44 a 56, para lo cual reformaron la Ley Orgánica del Congreso”.

La discrecionalidad que los Grupos Parlamentarios tienen con la mayor parte del presupuesto que se destinan es otra de las deficiencias que padecen la mayoría de los Congreso locales.

“El Congreso mexicano es el quinto con mayor presupuesto en el mundo, en 2010 tuvo un costo de más de 8 mil 800 millones de pesos, superando únicamente por Estados Unidos, Brasil, Nigeria y Japón”.

Para Ugalde el doble discurso del poder Legislativo radica en la exigencia de la rendición de cuentas al poder Ejecutivo, cuando ellos ni siquiera son fiscalizados por la Auditoría Superior de la Federación (ASM), situación que vive el Congreso local, pues al órgano técnico no se le permite hacer auditorías al Legislativo michoacano.

Al igual persiste la opacidad en la subvención de los grupos parlamentarios, pues entre 2009 y 2012 las bancadas de la Cámara de Diputados recibieron mil 910 millones de pesos por ese concepto sin que a la fecha se conozca el destino del dinero.
“Por acuerdos internos del Congreso esos recursos no son fiscalizables por la ASF, se trata de una lista de opacidad total del estado mexicano”.

Finalmente, dijo que ocho de cada 10 legisladores no cuentan con la experiencia parlamentaria para ocupar estos espacios a nivel federal.

“En contraste, los senadores cuentan con mayor experiencia, solo 37 por ciento no se han desempeñado anteriormente en el ámbito legislativo federal”.

Por esto, el ponente consideró que por lo menos deben establecerse tres retos en los legisladores; fortalecer el sistema de comisiones, transparentar el uso y destino de las subvenciones de los grupos parlamentarios y mejorar las condiciones para evaluar el trabajo legislativo.

Publicó el diario Provincia.