La lucha por la libertad de expresión y acceso a la información en Latinoamérica no ha sido fácil; sin embargo, después de 15 años de trabajo, hemos registrado grandes avances en la materia. Después de que prácticamente no existieran marcos legislativos al respecto, ahora 19 de 35 naciones de la región cuentan con leyes de transparencia y acceso a la información.

Estos esfuerzos impulsados fundamentalmente por las organizaciones de la sociedad civil, bien representados en México por el Grupo Oaxaca o la Red por la Rendición de Cuentas,  han dado paso a que la ciudadanía exija al gobierno que abra las puertas y sea más transparente.

Para Catalina Botero, Relatora Especial para la Libertad de Expresión de la Organización de Estados Americanos, el actual estado de la lucha anticorrupción sigue brindando frutos. Cuando en los años 90 la cultura de la opacidad y el secreto estaba completamente instalada, ahora el derecho de acceso a la información brinda a los ciudadanos herramientas que logran un mayor estado democrático, expuso al dictar la conferencia “El modelo mexicano de transparencia  en el contexto latinoamericano” en el marco del  Coloquio Internacional “Hacia el sistema Nacional de Transparencia”, realizado en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.

En el caso mexicano, indica que hace años nuestra nación no era un ejemplo de transparencia, pues los altos índices de desconfianza y poca iniciativa institucional por combatir ese rezago, dieron como resultado un estado de poca gobernabilidad y estabilidad. Ahora, dice, aunque aún existe mucho trabajo por hacer, existe una institución tan fuerte como el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI), que representa la “joya de la corona” en la región, pues su autonomía e independencia son un gran ejemplo a seguir.

“Necesitamos instituciones que sean verdaderamente independientes, sin que presenten presión de cualquier tipo. Es ahí la clave para que estos organismos puedan resolver los casos emblemáticos en la lucha contra la opacidad.” Advirtió.

Agregó que el gran pendiente de este trabajo es la profesionalización en materia de archivos y acceso a la información.

En entrevista, Botero reconoció que no sólo se necesitan marcos legales para combatir la opacidad y prácticas que dañan los sistemas sociales, pues las leyes no hacen por sí mismas el trabajo, se necesita todo un aparato institucional tanto del gobierno como del esfuerzo de las organizaciones civiles.

“Ese es el verdadero punto a fortalecer, pues por si solo el sistema jurídico no funciona: se necesita una gran voluntad política, de recursos, involucramiento de una sociedad civil vigilante y exigente de las leyes. Es complicado el aterrizaje legislativo” Finalizó.