Según informes realizados por la Organización Latinobarómetro, los niveles de corrupción en América Latina son alarmantes, teniendo como respuesta un gran descontento y desconfianza a las instituciones públicas de las naciones.
Para Gilberto Calderón Alvarado, Procurador Director del Área de la Ética Pública de la Procuraduría General de la República, en San José, Costa Rica, los indicadores de corrupción en América Latina son preocupantes, pues reflejan un abandono a las reglas éticas con las que los servidores públicos deben regirse; esto representa uno de los principales factores que promueven las malas prácticas que hacen que el funcionario público deje de pensar en el bien común.
“La corrupción es el principal flagelo que atenta contra la gobernabilidad, pero principalmente, contra la democracia de los países Latinoamericanos. El daño social que provoca es, en muchas ocasiones, difícil de enmendar, pues cuando el ciudadano deja de creer y confiar en el sistema, éste se ve irremediablemente afectado” señaló en entrevista.
Al mismo tiempo, indica que los ciudadanos contamos con una gran herramienta que tenemos que fortalecer: la cultura de la denuncia “debemos tener cero tolerancia para los actos de corrupción. El silencio y la omisión también son factores que deben erradicarse.”
“La corrupción no tiene fronteras, avanza más rápido que lo que las instituciones publicas puedan resolver, los pasases debemos aunar esfuerzos, la suscripción a la convención interamericana de combate a la corrupción debemos ponerla en practica, todos los países afectados por este fenómeno debemos tener una lucha frontal y directa”, afirmó.
Otra cuestión a la que se le debe poner atención, es a brindar herramientas eficaces de educación para abatir la corrupción, en Costa Rica, señaló, el ministerio de Educación Pública está impartiendo asignaturas de ética y ciudadanía, en las que se trasmiten a los niños y jóvenes los valores fundamentales para la vida pública y privada.
Finalmente, Gilberto Calderón Alvarado recalca la necesidad de realizar encuentros para compartir experiencias y fomentar un debate que contribuya a la creación de herramientas que hagan una frontal y clara enfrentación al fenómeno de la corrupción