“Aunque parezca broma, es en serio mi candidatura a la alcaldía de Guadalajara” con esta frase Guillermo Cienfuegos, mejor conocido como el Payaso Lagrimita, lanzó su cruzada para juntar -al lado de otros 15 aspirantes de la entidad- 23 mil firmas para contender como candidato independiente para las próximas elecciones municipales. Bajo la misma figura, contienden en otras entidades, personajes conocidos por otros talentos como María Silvia de Jesús Ordóñez, maestra en Economía que para entender y documentar la precariedad del trabajo en Nuevo León, se metió a trabajar de afanadora. Otro aspirante que ya ha logrado más de 150 mil firmas es el ex alcalde Jaime “el bronco” Rodríguez quien sin decir bien cómo, promete “sacar a la corrupción de Nuevo León”. En el Distrito Federal son 94 quienes aspiran a una curul en la Asamblea Legislativa y 51 los que buscan estar al frente de alguna delegación. En este listado sobresalen pocos nombres conocidos junto a otros con un tufo a déjà vu como Demetrio Sodi o Arne Sidney Aus, ambos exdelegados. Para diputado federal el listado es de 52 aspirantes procedentes de 21 entidades. (Vea listado)

Sin dinero público, sin acceso a radio y televisión pero también sin poder hacer explícita la ideología o las propuestas concretas porque la ley prohíbe supuestos actos anticipados de campaña, los aspirantes a candidatos independientes no la tienen fácil. Todos piden la firma y la copia de la credencial electoral a cambio de una buena dosis de confianza ciega. Una promesa arriesgada que le apuesta al hastío ciudadano por lo poco representativo del sistema de partidos, para así alcanzar firmas equivalentes al 2% de la lista nominal.

Al revisar los requisitos el mensaje es claro: a los partidos no les gusta que los candidatos “se salgan del guacal”. Por eso hay mejores condiciones para crear un nuevo partido (1 año para recolectar firmas, mayor acceso a financiamiento, mayores espacios en medios, menor porcentaje de firmas, mayores garantías en las instancias electorales). Y aún así se aprobaron primero a nivel estatal (Yucatán, Zacatecas y Quintana Roo) y ahora a nivel nacional los candidatos independientes.

De acuerdo con IDEA Internacional de un total de 198 países del mundo, 40% permiten candidatos independientes tanto para la presidencia como para el Congreso. En América Latina nueve países cuentan con una legislación que permite este tipo de candidaturas. Este marco normativo ha permitido la existencia de líderes como Antanas Mockus y Enrique Peñalosa en Colombia, José Bové en Francia o el altermundialista Ralph Nader en Estados Unidos. Liderazgos que dieron un nuevo aire a la política y que supieron reinventar el ejercicio del poder con proyectos novedosos. Lo cierto es que todos ellos tenían algo en común: ninguno era un improvisado y todos contaban con trayectoria y proyecto político. No se sabe si con todo en contra, aspirantes como el Payaso Lagrimita, el rector gobernador o el Bronco podrán conseguir las firmas y hacerla mejor que los partidos pero lo cierto es que urgen buenos candidatos capaces de articular proyectos más allá de la ambición y los intereses personales.

Corolario: esta semana vence el plazo constitucional para aprobar las leyes reglamentarias de la Reforma Constitucional en materia de transparencia y acceso a la información pública. El proceso de discusión encabezado por el Senado permitió formular propuestas de avanzada y sin embargo, parece ser que de último momento se pretende dar marcha atrás a los consensos. Ante la situación actual del país y en pleno año electoral nada sería peor que un retroceso en transparencia.