La renuncia de Arturo Zaldívar al máximo tribunal tiene como objetivo obvio la configuración de una mayoría distinta a la que domina actualmente en el pleno de la Suprema Corte. Esto no quiere decir que la autodenominada cuarta transformación aplastará con este cambio las decisiones. Sin embargo, el ingreso de una voz nueva podría ayudar a un mejor entendimiento entre poderes.

También sería una oportunidad para que las relaciones entre ministras y ministros recuperen cordialidad, serenidad y capacidad de acuerdo.

Afirmó ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador que, después de cumplir con el trámite obligado para liberar a Zaldívar de la responsabilidad para la que había sido nombrado por 15 años, enviará una terna de mujeres al Senado.

No es políticamente lógico que esta decisión vaya a tomarse sin considerar a Claudia Sheinbaum. La propuesta de relevo, más que próxima al mandatario saliente, debería parecerle correcta a su posible sucesora.

Hace tres años, López Obrador propuso el nombre de Ana Laura Magaloni al Senado. Entonces esta abogada destacadísima perdió contra Margarita Ríos-Farjat. En agosto de este año, Magaloni expresó abiertamente su simpatía con Sheinbaum, reconociendo su capacidad para gobernar.

Sin embargo, la trayectoria de Magaloni va más allá de estos dos episodios. En 2017 fue integrante del constituyente que redactó y aprobó la Carta Magna de Ciudad de México. También coordinó el grupo de especialistas encargado de impulsar la reforma judicial de la capital y la puesta en marcha de su nueva fiscalía autónoma.

Antes, Magaloni fue fundadora de uno de los programas de licenciatura más exitosos que haya tenido el país para estudiar derecho. Como directora de la división de estudios jurídicos del CIDE transformó la pedagogía para el entendimiento de una profesión que entonces se había quedado fosilizada.

Durante casi tres décadas ha dedicado su talento como estudiosa y como docente para exigir la actualización moral y práctica del ejercicio del derecho. Es esencialmente una mujer justa, honesta, rigurosa y profesional que goza de un respeto grande dentro y fuera de su gremio.

Zoom: en esta ocasión Magaloni merece llegar a la Corte y a México le haría mucho bien contar con una mujer como ella dentro del máximo tribunal.

Fuente: Milenio