Los pasados meses han quedado pendientes nombramientos clave para garantizar que todas las reformas en materia de combate a la corrupción en el país puedan ser aprobados para ir dando vida a las instancias que están conformando el Sistema Nacional Anticorrupción. Además, hay otros procesos clave en materia de procuración de justicia también. Vale la pena recapitularlos: el titular de la Fiscalía Anticorrupción, con más de tres años de retraso; los Magistrados del Tribunal Federal de Justicia Administrativa; cuya lista ha quedado pendiente de ratificar en el Senado; en las últimas semanas se quedó vacante el Procurador General de la República y no se han generado acuerdos para un nuevo nombramiento; también está pendiente la designación del nuevo Fiscal Especializado en Delitos Electorales. Ahora, los tiempos previstos en la ley, suman un proceso de nombramiento más: el Auditor Superior de la Federación, actor estratégico para la revisión de la cuenta pública y del desempeño gubernamental.

Para cumplir con lo establecido en el artículo 79 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación aprobó el pasado viernes 17 de noviembre la convocatoria para elegir a su nuevo titular, quien ocupará el cargo de 2018 a 2025. La convocatoria prevé los requisitos básicos ya contemplados en la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación (Consulte aquí la convocatoria completa)

Requisitos para ser Titular de la Auditoría Superior de la Federación
1. Ser ciudadana o ciudadano mexicano por nacimiento y no adquirir otra nacionalidad, en pleno ejercicio de sus derechos civiles y políticos;
2. Tener por lo menos treinta y cinco años cumplidos el día de la designación;
3. Gozar de buena reputación y no haber sido condenada o condenado por delito intencional que amerite pena corporal de más de un año de prisión. Sin perjuicio de lo anterior, si se tratara de robo, fraude, falsificación, abuso de confianza u otro que afecte seriamente la buena fama, inhabilitará para el cargo cualquiera que haya sido la pena;
4. Haber residido en el país durante los dos años anteriores al día de la designación;
5. No haber sido Secretaria o Secretario de Estado, Fiscal o Titular de la Procuraduría General de la República o de la Ciudad de México; Senadora o Senador, Diputada o Diputado Federal; Titular del Ejecutivo de alguna entidad federativa; titular o en su caso comisionado de algún órgano constitucionalmente autónomo; dirigente de algún partido político, no haber sido tesorera o tesorero, titular de las finanzas o de la administración de algún partido político, ni haber sido postulada o postulado para cargo de elección popular durante el año previo al día de su nombramiento;
6. Contar al momento de su designación con una experiencia efectiva de diez años en actividades o funciones relacionadas con el control y fiscalización del gasto público, política presupuestaria; evaluación del gasto público, del desempeño y de políticas públicas; administración financiera, o manejo de recursos;
7. Contar el día de su designación, con título de antigüedad mínima de diez años, y cédula profesional de contador público, licenciatura en derecho, abogada o abogado, licenciatura en economía, licenciatura en administración o cualquier otro título profesional relacionado con las actividades de fiscalización expedidos por autoridad o institución legalmente facultada para ello, y
8. No haber sido inhabilitada o inhabilitado para desempeñar un empleo, cargo o comisión en el servicio público, ni que se le haya removido por causa grave de algún cargo del sector público o privado.
Fuente: Diario Oficial de la Oficial de la Federación

La convocatoria también contempla las diferentes actividades que se estarán implementando para ir recibiendo las propuestas de candidatos, entrevistas y deliberaciones, de acuerdo a lo que marca la ley. Sin embargo, una vez más, como en otros procesos de este tipo, no se ha logrado que se incorporen mecanismos claros de rendición de cuentas de los criterios en la toma de decisiones que se van dando durante el proceso. En medio del ambiente tan enrarecido por todos los nombramientos pendientes que hay y por la percepción de una falta de interés de la clase política por ofrecer a la ciudadanía certezas y claridad en este tipo de decisiones, sería deseable que se incorporaran este tipo de mecanismos, que no se contraponen en nada a la norma vigente, pero abonan a la certeza de que los procesos de designación son cuidados al máximo y no obedecen a otro tipo de intereses.

Sumamos este nuevo proceso de nombramiento a la lista y vale la pena estar muy pendientes de cada etapa. La ASF es un actor clave para seguir consolidando la política de combate a la corrupción en México y sería lamentable que no se eligiera de manera impecable a su nuevo titular.

Liliana Veloz Márquez

Directora Ejecutiva

Red por la Rendición de Cuentas