Hace una semana, el 18 de junio, se marcó un hito en el avance de las prácticas de Parlamento Abierto en México. Los grupos parlamentarios representados en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) se comprometieron a impulsar una agenda de gobierno abierto para el órgano legislativo de la Ciudad de México. Aunque formalmente el compromiso se tradujo en un acuerdo de colaboración con Transparencia Mexicana, la naturaleza más profunda de este acuerdo político es con los habitantes de la ciudad. Durante la firma del acuerdo, Transparencia Mexicana propuso a la ALDF diez puntos mínimos para que los congresos avancen en la lógica del gobierno abierto. Estos puntos, descritos a continuación, ilustran la diferencia entre un parlamento que cumple con sus obligaciones de transparencia, y otro que ha decidido construir una nueva relación con los ciudadanos, es decir, un parlamento abierto.
1. Los parlamentos abiertos garantizan el cumplimiento del principio constitucional de máxima publicidad y el acceso a la información parlamentaria y legislativa.
2. Además, publican de manera proactiva la mayor cantidad de información relevante para el ciudadano, utilizando formatos sencillos y mecanismos de búsqueda simple.
3. Publican en formatos abiertos el análisis, la deliberación y la votación de los trabajos en comisiones parlamentarias y de las sesiones plenarias.
4. Garantizan el acceso y transmisión pública de las sesiones plenarias.
5. Los parlamentos abiertos publican información detallada sobre la gestión, administración y gasto del presupuesto asignado al cuerpo legislativo.
6. Publican información detallada sobre los representantes populares, los funcionarios y el personal del cuerpo legislativo, incluidas la declaración patrimonial y de intereses de los representantes.
7. Los parlamentos abiertos cuentan con mecanismos y herramientas para un monitoreo y control ciudadano eficaz.
8. Los parlamentos abiertos aseguran una participación ciudadana inclusiva en los proyectos legislativos.
9. En el ámbito tecnológico, dan preferencia a la utilización de formatos en datos abiertos, software libre y código abierto.
10. En su tarea sustantiva, los parlamentos abiertos promueven legislación a favor de políticas de gobierno abierto en otros poderes y órdenes de gobierno; asegurándose de que en todas las funciones de la vida parlamentaria se incorporen esos principios.
Para Transparencia Mexicana estos diez puntos representan el mínimo que un cuerpo legislativo, ya sea la Cámara de Diputados, el Senado, la Asamblea Legislativa o cualquier congreso local deben poner en práctica para considerarse un Parlamento Abierto.
Para tener una idea de cómo se encuentran nuestros cuerpos legislativos hicimos un diagnóstico preliminar. Encontramos que ningún cuerpo legislativo en México cuenta con una herramienta de interacción entre el ciudadano y su representante, prueba de ello es que únicamente 2 de los 34 órganos legislativos del país cuentan con una herramienta para que el ciudadano pueda identificar a su representante con datos de su credencial de elector: Nuevo León y el Distrito Federal. Otro hallazgo es que aunque 21 de los 34 cuerpos legislativos hacen público su presupuesto anual, sólo uno lo publica de forma desagregada por comisión (Michoacán) y ninguno hace público su programa anual de adquisiciones vigente en 20131. Prueba de que hay espacio para avanzar en la lógica de Parlamento Abierto en México es que la mitad de los cuerpos legislativos del país no cuenta con un buscador de información en sus páginas web. Más aún: ninguno de los poderes legislativos del país cuenta con archivos y documentos en formato de datos abiertos. Finalmente, el equipo de investigación de Transparencia Mexicana encontró que sólo uno de los 34 cuerpos legislativos del país, el Congreso de Morelos,hace pública una versión parcial de la declaración patrimonial de sus diputados. En el caso de Morelos la información disponible es la que el representante quiere dar a conocer, y en todos los casos se ocultan características y valores de los bienes y activos. En la ALDF sólo el grupo parlamentario de Acción Nacional (13 legisladores) hacen pública una versión de su declaración patrimonial.
Como sociedad civil tenemos la obligación de señalar que lo que marcan nuestras actuales leyes de acceso a la información pública ya no es suficiente. Tenemos que migrar al paradigma de gobiernos y parlamentos abiertos. Se trata de hacer transparente la información pero sobre todo de hacerla disponible y accesible al ciudadano. Con estos diez principios, los cuerpos legislativos del país tienen la oportunidad de ir más allá, de acercarse al ciudadano y de hacer buen gobierno. Ayer se marcó un hito en las prácticas de Parlamento Abierto porque existe disposición y voluntad política de las fuerzas representadas en la ALDF y porque, junto con otras organizaciones de la sociedad civil, como Fundar, como IMCO, como Gesoc, como SocialTic, Transparencia Mexicana no claudicará en impulsar este tema en los 33 cuerpos legislativos restantes.
1Veracruz lo hace hasta 2012
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