El Mandatario Javier Duarte prevé dejar a su sucesor, Miguel Ángel Yunes, sin los dos helicópteros con los que cuenta el Gobierno de Veracruz para transferirlos al Fiscal General del Estado, Luis Ángel Bravo Contreras, a quien le quedan todavía siete años en el cargo.
Una de las dos solicitudes de enajenación de bienes que envió el Ejecutivo estatal al Congreso local plantea que, a excepción del avión Lear Jet 40 que se destina para viajes largos, los dos helicópteros que le quedan sean donados a la Fiscalía.
“El primero de estos helicópteros que pidió donar al Fiscal es el que usaba él mismo”, advirtió el diputado panista Joaquín Guzmán.
Al iniciar la Administración, el Gobierno del Estado contaba con tres helicópteros, sin embargo, el más completo y lujoso, el Bell Textron 430, matrícula XC-VER, se desplomó el 5 de octubre en las inmediaciones del aeropuerto El Lencero, con un saldo de los dos pilotos fallecidos, David Barrera y Fausto Calderón.
Esta aeronave fue la que Duarte más usó para sus giras de trabajo; tras el siniestro, empezó a usar el Bell 407.
En abril del 2015, Yunes Linares, ahora Gobernador electo, criticó los gastos onerosos de Duarte y los excesos en los que incurría al viajar en aeronaves.
“Sin importar el altísimo costo que esto ha tenido para los veracruzanos, Duarte y su banda han usado los aviones y helicópteros para actividades privadas, que incluyen tanto viajes de compras a Estados Unidos como traslados frecuentes a centros vacacionales, incluso para comprar tortas en Peñuela, lo que es más que un abuso, es una burla”, reclamó.
Un ejemplo del despilfarro de Duarte, según refirió Yunes Linares, fue un viaje relámpago a la capital del País sólo para tomar un café, en el cual usó el Lear Jet para viajar a Toluca y de ahí desplazarse en un helicóptero rentado.