La posibilidad de que la reforma fiscal, que podría ser aprobada esta semana, elimine gravámenes controvertidos como el Impuesto al Valor Agregado (IVA) a las colegiaturas o a la renta, y los intereses de los créditos hipotecarios, podría ser “la moneda de cambio” que otorgaría el Gobierno federal a los legisladores, con la intención de conseguir apoyo para la aprobación de la propuesta energética, señalaron analistas.
“Algunas medidas resultaron ser muy controvertidas por el impacto que tendrían en los ingresos de la población, aunque no representan el grueso de la recaudación, inclusive hay otras que pudieran resultar con mayor afectación a la clase media, como la eliminación al régimen de Repecos. Consideramos que la propuesta de aplicar impuestos en algunos rubros controvertidos sería una moneda de cambio (del Gobierno), a fin deeliminarlas y aprobar otras, como la consolidación fiscal” , dijo Francisco Cravioto, colaborador de Fundar Centro de Análisis e Investigación.
Bajo el concepto de cobrar más a quien más tiene, el conjunto de medidas en materia de IVA tienen como estimado obtener recursos adicionales equivalentes a 54,000 millones de pesos (mdp).
En el proyecto original se incluyen gravámenes como el IVA a la compra y renta de casa habitación, impuestos a los servicios de enseñanza privada, al consumo de gomas de mascar, además de una carga tributaria a alimentos procesados para perros y gatos. Todos ellos han generado mayor oposición por el impacto que tendrían en la clase media, por lo que especialistas consideraron que incluir esas iniciativas podría haber sido una estrategia del Gobierno para negociar entre las fuerzas políticas.
Cravioto comentó que los medios y actores políticos han dirigido las discusiones en las ramas no importantes de la recaudación, pero hay factores de fondo que pueden resultar más importantes que están generando huecos.
“Si bien las medidas afectarían a gran parte de la población sobre todo en rentas y colegiaturas, consideramos la propuesta como progresista, sólo que tiene varios huecos. No ataca a los monopolios, no establece el escalonamiento para el cobro de ISR a 32% para ingresos superiores a 500,000 pesos al año, ya que no es lo mismo ganar 41,000 pesos al mes que 600,000 pesos y en ese sentido no hay una diferenciación”.
Destacó que la única manera de no fomentar la informalidad e incorporarla a la economía estructurada es con un crecimiento sostenido de largo plazo.
Por su parte, Antonio Castro, del Centro de Análisis y Proyecciones de la Economía Mexicana (Capem), coincidió que la propuesta fiscal ya se había calculado para ser negociada en temas sensibles a los ingresos de la población, pero destacó que de fondo se encuentra la aprobación de la reforma energética.
“Hay un margen de maniobra en el paquete fiscal, ya que se estima gravar a una tasa mayor a los refrescos así como elevar el estimado del precio del petróleo porque seguramente la propuesta de gravar educación y vivienda no pasarán, pero a cambio se pedirá el apoyo para la aprobación de otras medidas que requieren mayor consenso como lo es la reforma energética y las leyes secundarias”.
Castro señaló que en la economía hay cierta presión para aprobar reformas que fortalezcan las finanzas públicas, ya que urge hacer crecer la actividad productiva.
“Con los subejercicios al gasto, el propio Gobierno puso un freno a la economía. Si además contemplamos los efectos de las tormentas así como la parálisis en el Gobierno de Estados Unidos, la economía mexicana enfrenta un escenario complicado”.
Los “rellenos” que taparían el boquete:
El rechazo al IVA en colegiaturas, así como en créditos hipotecarios y rentas de inmuebles, dejaría un hueco financiero de casi 35,000 mdp en las arcas del Gobierno de Enrique Peña Nieto.
Sin embargo, se espera que los llamados ‘hoyos’ fiscales puedan taparse con diversos gravámenes como el impuesto de un peso por litro de gasolina y diesel, un mayor gravamen a cervezas y cigarros, o la idea de gravar los videojuegos y productos chatarra, entre otros, según han adelantado legisladores.
José Luis Beato, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Ciudad de México, reconoció que existe una relación directa entre la aprobación de una reforma fiscal modificada y la discusión de la reforma energética.
“Nos hemos estado reuniendo con los senadores y diputados para pedirles que analicen la reforma a profundidad, porque incluso se ha hablado de la posibilidad de incrementar el IVA, así que pensamos que se está perdiendo el fondo del tema. Entendemos que viene la reforma energética y que bajará la recaudación por Pemex, pero con los cambios (como los impuestos mencionados) se corre el riesgo de que la reforma fiscal quede en un Frankenstein”.
Detalló que han pedido a los legisladores que se aplace la aprobación de la reforma fiscal, para que se presente otra iniciativa, que incluya a una base más amplia de contribuyentes, como son los informales.
“Queremos es que se retire la iniciativa y que se presente otra en un periodo relativamente pronto, que haya una base más amplia de contribuyentes, porque estamos en una sociedad que tiene una muy dosis de informalidad”.