El mundo que habitamos es, hasta el día de hoy, el único donde podemos vivir. Por ello, resulta incomprensible el poco compromiso que tenemos con el cuidado del medio ambiente a pesar de que todos sufrimos los estragos: sequías, contaminación, olas de calor, huracanes devastadores, fríos intensos, escases de agua. Aun así seguimos llevando el mismo ritmo de vida y consumiendo de manera irracional para satisfacer nuestras necesidades.
Los problemas ambientales son claros; las soluciones son lentas y a veces inexistentes a pesar de que vamos en una marcha contra reloj. ¿Qué hacer? Cambiar la lógica de consumo, regular la industria, generar y aplicar leyes más severas, para quienes producen daño medioambiental y sustituir el uso de energías fósiles por limpias.
Como sociedad requerimos de una transición acelerada que haga uso del avance tecnológico para contrarrestar el cambio climático. Es cierto que el problema no es solamente local sino que exige la colaboración internacional, pero esperar a que los intereses económicos se pongan de acuerdo es dejar de impulsar cambios positivos.
México es de los países que tienen mayor diversidad, por ello nuestro ecosistema debe de estar protegido por la Constitución y se tienen que generar las leyes secundarias que garanticen penas severas a quien atente contra la destrucción de los bosques, selvas, mantos acuíferos; a la par se deben de impulsar políticas públicas que apuesten por la transición energética.
El próximo gobierno tendrá que enfrentarse y resolver de manera inmediata la escasez de agua y la contaminación que padecen las grandes ciudades del país, implicará que se destinen los recursos necesarios para implementar las leyes y políticas públicas que protejan y recuperen nuestro equilibrio ecológico.
De manera urgente se debe de reforestar nuestro país; proteger y limpiar los cuerpos de agua; impulsar una educación que enseñe a los estudiantes a cuidar los recursos naturales; y defender nuestra biodiversidad.
El medio ambiente es uno de los temas que se tienen que resolver de manera inmediata, se necesitará a los mejores en la materia y la voluntad política de los gobiernos, iniciativa privada y la ciudadanía. ¿Lograremos trabajar en conjunto para cuidar la única casa que tenemos?
Nota: Previo a la elección hemos tenido una lluvia de encuestas que los candidatos apoyan o desconocen según les haya ido, pero me parece oportuno destacar el “Simulacro Universitario” que se realizó el pasado 7 de mayo, es interesante por la participación que fue de 255,707 estudiantes –cifra parecida por la que se definió la elección de 2006–. Las candidaturas obtuvieron los siguientes resultados: Claudia Sheinbaum 63.7%, Jorge Álvarez Máynez 23.1%, Xóchitl Gálvez 8.5%, votos nulos 4.9%; y para la Ciudad de México: Brugada 62%, Taboada 21.3% y Chertorivski 11.4%. La magnitud de la muestra nos presenta la encuesta con menos error que hemos tenido en los últimos meses. Pareciera que los debates y la presencia en las redes sociales solo han beneficiado a Máynez y que los cientos de espectaculares y lonas poco han influido entre los jóvenes –que representan el 30% del padrón electoral–. A diecisiete días de la elección la tendencia poco se modificará y terminará por imponerse la capacidad de movilización de las estructuras partidistas frente a campañas apáticas y llenas de descalificaciones que no lograron involucrar al grueso de la sociedad.
Hasta aquí Monstruos y Máscaras…
Próxima entrega: Tiempo de propuestas y no de ocurrencias (7): Cultura.
Fuente: El Universal