Aunque en líneas generales el respeto a los derechos humanos avanza en América Latina, hay situaciones complejas y retos significativos en Venezuela, Centroamérica, México y Brasil, señaló hoy el presidente de la CIDH, Francisco José Eguiguren.
“Hay países con situaciones más complicadas, críticas, de vulneración de los derechos humanos o del Estado de derecho, pero creo que cada vez son menos”, dijo el representante de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Este martes arrancan las audiencias públicas del 164 periodo de sesiones del organismo, que se celebra en la Ciudad de México hasta el 8 de septiembre, con tres sesiones que evaluarán la situación de los defensores de derechos humanos y de la niñez en Haití, así como de los discapacitados en Cuba.
“Hay países con conflictos de polarización en las instituciones democráticas como Venezuela, otros países con problemas internos de violencia grave e inseguridad, y asesinatos a defensores de derechos humanos o periodistas en Centroamérica, Brasil o México”, apuntó el peruano.
Eguiguren tuvo palabras para México, país anfitrión de este encuentro y sumido en una grave crisis de derechos humanos que acumula más de 150 mil muertos en la última década y cerca de 30 mil desaparecidos.
“México vive una situación particular en materia de derechos humanos”, reconoció, y explicó que en este periodo de sesiones no se tratará ningún asunto mexicano, por ser el país que acoge el encuentro.
A casi tres años del suceso, exigió que se castigue a los responsables de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y confió en que pronto se encontrarán a los jóvenes, vivos o muertos.
“Todos esperamos un único desenlace, queremos saber qué pasó, dónde están y quiénes fueron los responsables, y este es el gran objetivo”, agregó.
Si bien habló de avances, reconoció que no puede dar más detalles sobre estos hasta que se le actualice toda la información en una reunión que celebrará con el Ejecutivo durante estos días.
La CIDH da seguimiento al caso Ayotzinapa a través de un mecanismo especial que se puso en marcha a finales del año pasado para constatar si México está dando seguimiento a las recomendaciones elaboradas por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), designado por la CIDH.
Este programa concluirá en noviembre, después de dos visitas técnicas y una oficial más, aunque podría prorrogarse si hay voluntad tanto del Estado como de los familiares de las víctimas de este suceso que causó gran conmoción dentro y fuera de México.
Sobre la CIDH -un órgano autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA)-, recordó que asume una serie de casos a nivel internacional cuando estos no funcionan o no satisfacen a alguna de las partes a niveles internos.
Para hacer frente a los principales desafíos de América Latina, los Estados deben considerar que los derechos humanos son parte inseparable de la democracia, dijo.
Los países han de asumir políticas públicas que combatan no solo casos graves de violación a los derechos humanos, sino también situaciones de marginación o discriminación, por ejemplo a colectivos como el indígena.
Asimismo, el presidente de la CIDH instó a las fuerzas de seguridad a superar la violencia respetando los derechos humanos.
“Tiene que ser una sociedad libre, plural, abierta al diálogo, al debate. Las elecciones son sin duda importantes, pero no son el único mecanismo de participación”, añadió.
Fuente: Reforma