Importante no olvidar: ya hay fideicomisos extinguidos o en
proceso.
¿Qué ha sucedido con ellos?
¿Cuántos recursos se han concentrado en la Tesorería de la
Federación?
¿En qué se han empleado?
¿Su manejo ha sido más transparente?
¿Su destino no ha sido discrecional?

¿Cuáles fueron los resultados?
Ayudaría mucho que las autoridades hacendarias informaran del monto, destino y forma de decisión sobre dichos recursos.
Parte de las consideraciones de aquel Decreto se justificó en la “Austeridad Republicana, lo que implica combatir el despilfarro de los bienes y recursos nacionales, y la administración de los recursos con eficiencia, eficacia, economía, transparencia y honradez para satisfacer los objetivos a los que están destinados, …”.
En congruencia con dichos principios el Gobierno Federal debe informar, luego de haber examinado dichos fideicomisos, aquellos casos en los que encontró “despilfarro de los bienes y recursos nacionales” y, en su caso, las acciones legales que emprendió en contra de los autores de los mismos, así como los montos y las causas de dichos despilfarros. Así mismo, la congruencia con la transparencia debería informar cuál fue el monto concentrado en la Tesorería, así como el destino que se les dio. ¿Cuáles fueron las prioridades? ¿Cuáles fueron las reglas y las razones que muestran que las decisiones no fueron discrecionales y transparentes?
En los informes mensuales que la Secretaría de Hacienda rinde a la Cámara de Diputados en los meses de abril a agosto de este año, se reporta en el periodo enero-abril una “recuperación” por 21.3 mil millones de pesos en fideicomisos diversos; para mayo se reportó 23. 6 mil millones de pesos, y en el periodo enero-agosto la “recuperación” reportada en el mismo rubro es de 33.6 mil millones de pesos. La información anterior proviene del reporte de ingresos no tributarios, sin especificar de manera pormenorizada los fideicomisos de los cuales provienen.

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Fuente: La Silla Rota