El  pasado 12 de junio se dieron cita en el Senado de la República  integrantes de 20 fiscales anticorrupción de los estados con integrantes  de la Comisión de Anticorrupción, Transparencia y Participación  Ciudadana. Durante la reunión se puso sobre la mesa la necesidad de  definir una política criminal anticorrupción que pueda ser de  observancia general en todas las entidades del país.
 Llama la atención que a pesar de que las fiscalías anticorrupción forman  parte del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), no se habla de las  propuestas para las fiscalías como insumos estratégicos para el diseño  de la Política Nacional en la materia. Es fundamental que todas las  acciones de política que se diseñen para fortalecer el trabajo de las  fiscalías sean consistentes con los esfuerzos que se impulsen desde las  otras instituciones que forman parte del SNA. Para eso se dio vida a un  sistema, que busca coordinar todos los esfuerzos de combate a la  corrupción.
 Los retos para las fiscalías están centrados en la coordinación con las  dependencias que integrarán los expedientes para atender casos de  corrupción por la vía penal. También se requiere capacitación y un  esquema de profesionalización que garantice que los funcionarios  públicos cuenten con las herramientas necesarias para hacer bien su  trabajo, así como garantizar la autonomía de quienes se encargan de  perseguir delitos de corrupción.
 Todo esto puede hacerse si el Comité Coordinador del SNA trabaja en  conjunto la política nacional anticorrupción, considerando los retos que  cada instancia tiene para dar los mejores resultados. A pesar de lo  atractivo y de los bonos políticos que puede traer impulsar una nueva  reforma, no se necesitan más cambios constitucionales para poner en  marcha una estrategia que ataque de frente la corrupción que aqueja a  México. Lo que sí se requiere es la voluntad para dotar de los recursos  materiales y humanos necesarios para poner en marcha las estrategias de  combate a la corrupción que se aprueben desde el Comité Coordinador.
 Preocupa que se siga pensando que más reformas constitucionales sean la  solución. El tiempo pasa y es día que no llegan propuestas de acciones  claras y concretas. Es urgente pasar a la implementación y con el marco  legal que ya se tiene diseñar las estrategias, manuales y políticas que  sean necesarias para transformar la realidad del país.  
Liliana Veloz Márquez
 Directora Ejecutiva
 Red por la Rendición de Cuentas
			
					
		
	
	


















































