Las fuerzas armadas de China enfrentan un serio problema de corrupción y carecen de mecanismos eficientes de supervisión y contrapeso, según denunció hoy la organización Transparencia Internacional en una rueda de prensa celebrada en la isla de Taiwán.
El aparato militar chino, uno de los más poderosos del mundo, ha sido calificado como “de alto riesgo” en una clasificación mundial de corrupción hecha pública hoy por el grupo.
“Los militares chinos reconocen que hay un serio problema de corrupción… Y han tomado diferentes medidas para limitarla”, explicó el director del Programa de Defensa y Seguridad de Transparencia, Mark Pyman, en la conferencia de prensa celebrada en Taipei, la capital de la isla.
No obstante, Pyman señaló que ni las medidas tomadas ni el reconocimiento del problema son suficientes para atajar el problema eficazmente, ya que los militares chinos no permiten mecanismos de supervisión ni la transparencia necesaria para combatir con éxito la corrupción.
“Existe un nivel muy bajo de supervisión sobre las políticas de defensa y de las fuerzas armadas y no hay sistema efectivo para animar a que se fomenten las denuncias”, apuntó Pyman.
La campaña del presidente chino, Xi Jinping, contra la corrupción, enunciada como prioritaria en noviembre de 2013, al tomar las riendas del Partido Comunista y de China, se puede quedar en meras palabras en el campo militar, si no se arbitran cambios radicales, advirtió el director.
“Las fuerzas armadas chinas son un sistema cerrado”, señaló el director del Capítulo Taiwanés de Transparencia Internacional, Kevin Yeh.
La falta de control del Ejecutivo sobre los militares y la carencia de un organismo supervisor específico son otras de las razones que impiden que la campaña anticorrupción sea efectiva en ese campo, apuntaron expertos durante la conferencia de prensa.
Sin embargo, las declaraciones de políticos y militares en China muestran que “los militares se están tomando el tema de la corrupción en serio”, indicó Pyman.
La centralización del sistema gubernamental chino, con la consiguiente concentración de poder, es campo abonado para la corrupción, “porque la concentración de poder crea un riesgo de corrupción”, señaló.
El Ejército Popular de Liberación con sus 2,3 millones de miembros ha declarado en 2013 unos gastos de 670.000 millones de yuanes (108.000 millones de dólares), lo que supuso un alza interanual del 11,2 por ciento…
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