La información de la ronda 2021 del Barómetro de las Américas refleja el problemático proceso de consolidación democrática que enfrenta México: la incidencia de corrupción no disminuye significativamente, la inseguridad tampoco, la confianza e imagen de autoridades no es buena y la principal institución de la democracia, las elecciones, sigue siendo motivo de disputa.

La llegada en 2018 de un nuevo gobierno con una promesa y un mandato explícito de acabar con la
corrupción no han sido suficientes para efectivamente mejorar la situación de México en este rubro. En
2021, la victimización por corrupción en México llegó a su nivel más alto en la serie temporal del Barómetro de las Américas; siendo México el deshonroso líder en el ranking regional. Esto a pesar de que se redujo el porcentaje de mexicanos que opina que más de la mitad de los políticos son corruptos con respecto a la ronda de 2016 (pero no a la de 2019). Pero nótese que el porcentaje sigue siendo muy alto (62%). Esta circunstancia seguramente abona a la decepción con la democracia de buena parte de los mexicanos. El otro tema fundamental en México, la seguridad, tampoco muestra avances positivos. Un tercio de los mexicanos fueron víctimas de la delincuencia en los 12 meses previos a la aplicación del cuestionario de la encuesta de la ronda 2021. El miedo también sigue presente en buena parte de la población, la mitad de los mexicanos se sienten inseguros en su barrio o comunidad.

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